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¿Miguel Blesa asesinado por un sicario?

rifle de miguel blesa
El rifle de Miguel Blesa

La muerte de Miguel Blesa sigue levantando suspicacias. En las redes sociales cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que al banquero simplemente «lo quitaron de en medio». Lo cierto es que las tesis de la familia no coinciden con la que han sostenido los científicos forenses. Mientras la primera insiste en que fue un accidente al dispararse la escopeta cuando la apoyó en el suelo, los forenses certifican que fue el propio Miguel Blesa quien apretó el gatillo apuntando a su tórax.

Un ligero vistazo a los comentarios de especialistas en armas descubre una avalancha de opiniones sosteniendo que los brazos son demasiado cortos para poder apretar el gatillo sujetando una escopeta o un rifle en el sentido contrario a su uso normal, es decir, con el cañón hacia el pecho.

Los suicidas no se disparan al pecho, se disparan en la cabeza

Miguel Blesa ojeando su propio rifle

Un estudio de 2014, que recoge el Dr. Javier Llanes, recopiló 57 suicidios con escopeta en una región de Turquía entre 2000 y 2007. De ellos, 34 fueron por disparos en la cabeza, 9 en el abdomen y 7 en el pecho, un 12,3% de los casos. En otro estudio de 2016 en Minnesota (EEUU), los disparos en el pecho sumaban el 21,5% de los casos de suicidios con escopeta. Parece claro que los suicidas suelen elegir dispararse en la cabeza.

Otro estudio publicado por forenses indios en 2015 revela que: “Las heridas en los casos de suicidios por arma de fuego son generalmente en la región de la cabeza. Cuando se encuentra una herida en otro lugar, se levanta una ceja de sospecha”. Pero precisamente el motivo de este último estudio era el caso de un hombre muerto por un disparo de escopeta en el pecho y sobre el que existían sospechas de homicidio.

Los forenses no son infalibles

Con los datos recogidos en la escena del crimen y el resultado de la autopsia, los forenses concluyen que Blesa se quitó la vida. El suicida había apoyado la culata del arma en el suelo y se había inclinado sobre ella para alcanzar el gatillo con la mano derecha, lo que había resultado en una trayectoria del disparo de derecha a izquierda y hacia abajo, es decir, desde la parte alta del pecho hacia la parte baja.

Este último dato fue el que inicialmente despistó a los forenses, pero de hecho el estudio de Minnesota descubría que casi el 65% de los autodisparos con escopeta en el pecho estaban dirigidos hacia abajo.

La hipótesis que defiende Andrés Llanes, criminólogo y directivo de la empresa de investigación Peritajes y Mediación, sostiene que existen multitud de casos en los que se intenta hacer pasar por suicidio lo que en realidad es un homicidio. El experto asegura que: «La ciencia no es infalible, pero es lo más parecido a la verdad objetiva. Sin embargo, parece extraño que un hombre pueda dispararse con sus propios brazos de una longitud de 65 centímetros cuando la distancia desde el extremo del cañón hasta el gatillo en dicha escopeta es de 75 centímetros. Me cuesta creer que Blesa se suicidara, por lo que barajo la posibilidad de que, simplemente, alguien se lo quitó de en medio.»

Miguel Blesa fue asesinado por un sicario profesional

El experto criminólogo se niega a especular sobre quién pudo cometer el asesinato y porqué, pero afirma que: «Si yo tuviera que investigar sobre la teoría de un posible acto criminal partiría de la hipótesis de que lo hizo un sicario profesional que preparó la escena del crimen. La pregunta es ¿quién pagó a ese asesino? Y ahí se me ocurre una larga lista de personas a las que les interesaba que Miguel Blesa no hablara. Si buscamos entre los beneficiados por comisiones, tarjetas black o por su patrimonio, es posible que obtengamos la respuesta.»

Miguel Blesa en Tanzania
Miguel Blesa en Tanzania

La familia podrá ahora disponer de todos los bienes

Con la muerte de Miguel Blesa, el embargo de sus bienes deberá levantarse y su familia podrá disponer de ellos. Y es que exbanquero, que vivía de su pensión de la Seguridad Social como jubilado, tenía embargado todo su patrimonio, tanto bienes inmuebles como cuentas corrientes, en el procedimiento conocido como caso de la tarjetas black y también en las diligencias abiertas en el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid por los sobresueldos presuntamente cobrados por el comité de dirección de Caja Madrid en la época en la que él era presidente de la entidad.

Su patrimonio consistía, según los registros públicos, en seis propiedades en Madrid, San Lorenzo del Escorial y Jaén. Según una información de El Economista, estas propiedades están valoradas en seis millones. La más valiosa es una parcela de 700 metros construidos en la urbanización de La Florida, una de las zonas más exclusivas de Madrid. Además, en el año 2014, los técnicos de Hacienda calcularon que Blesa cobró entre 2003 y 2011 casi 20 millones de euros.

El precedente de Jesús Gil

El embargo acordado en el caso de las tarjetas black por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu -que le impuso una fianza de 16 millones de euros que Blesa no pudo pagar- le obligaba a solicitar autorización del Juzgado para cualquier pago bancario, incluidos los gastos de luz o agua de su casa, situación que se ha prolongado desde octubre de 2014. En el caso del fallecimiento del exalcalde de Marbella, Jesús Gil, por ejemplo, la Justicia sí reclamó a sus herederos cien millones de euros. La diferencia en ese caso es que ya había una condena firme contra Gil.

En el caso de las tarjetas black, Blesa optó por reintegrar, antes de la celebración del juicio, los 436.688,42 euros cuya apropiación indebida le imputó el fiscal. Ese dinero no será devuelto a los herederos de Blesa, ya que fue entregado como pago efectivo y no de forma preventiva por si fuera condenado.

La sentencia dictada por la Audiencia Nacional el pasado febrero en el caso de las tarjetas black condenó a Blesa y a su sucesor, Rodrigo Rato, a responder conjunta y solidariamente con el resto de condenados de los 12,5 millones indebidamente percibidos entre 2003 y 2012. Blesa hubiera tenido que satisfacer la cantidad correspondiente a su etapa de presidente (2003-2010) descontando los montantes satisfechos por los usuarios de las tarjetas que sean finalmente condenados. El Tribunal Supremo aún no ha resuelto los recursos de casación interpuestos contra el fallo de la Audiencia Nacional, por lo que este asunto, para Blesa, queda imprejuzgado (no juzgado).

 En el procedimiento por los sobresueldos, el fiscal acusaba al expresidente de Caja Madrid de un delito de administración desleal. Le pedía una pena de cuatro años de cárcel y 8,5 millones de euros en concepto de responsabilidad civil que, en caso de haber sido condenado, hubiera tenido que pagar solidariamente con el otro acusado, Ildefonso Sánchez Barcoj. El tercer procedimiento, relativo a las participaciones preferentes de Caja Madrid, aún estaba en instrucción, por lo que no se habían establecido responsabilidades civiles.

«Voy a mover el coche»

Existe un tercer escenario económico que tiene que ver con el cobro de seguros. En caso de suicidio, no se cobra, mientras que si es un accidente, sí podría tener acceso a su cobertura. El cuerpo de Blesa apareció con un disparo en el pecho a las 7.50 horas en la cochera de la finca. El arma que había acabado con su vida es una escopeta de caza. Blesa acudía habitualmente a esa finca, gestionada por sus amigos José Romero, Rafael Alcaide y Fermín Gallardo. Llegó al lugar, sin compañía, a las 2 de la madrugada del martes al miércoles. Apenas durmió unas horas.

Según la tesis policial, a primera hora del miércoles estaba desayunando con varias personas cuando se levantó de la mesa. “Voy a mover el coche”, explicó. Acto seguido se dirigió a la cochera, donde se produjo el suceso. Según varios medios de comunicación, antes de eso se dirigió a uno de sus acompañantes para preguntarle: “¿Tienes el teléfono de mi mujer, por si tienes que llamarla?”

Blesa contaba con licencia de armas y tenía una quincena registradas. Para poder cazar es necesario contar con un seguro que se renueva periódicamente. Hay pólizas con distintas coberturas, incluyendo accidentes del cazador. Como en los seguros de vida, el suicidio anula la posibilidad de que la familia acceda al cobro. Por su parte, los cotos de caza también tienen sus propios seguros.

La familia solo pensaba en un accidente

Aunque tras conocerse la noticia los investigadores no descartaban ninguna línea de investigación, la tesis del suicidio fue cobrando fuerza para la Guardia Civil. No así para la familia, que defendió en todo momento que debió tratarse de un accidente puesto que no habían percibido ningún comportamiento extraño por parte del exbanquero. Según su entorno más cercano, no se encontraba desanimado a pesar de la presión mediática y judicial soportada estos años por los numerosos casos de corrupción en los que estaba inmerso.

No era el peor momento por el que estaba pasando, de hecho, era el más tranquilo”, sostiene parte de su círculo. Blesa era una persona de convicciones religiosas para las que el suicidio no es una opción, decían. Otras fuentes consultadas añaden que estaba organizando una fiesta con motivo de su 70 cumpleaños el próximo 8 de agosto. Ya había comenzado a avisar a sus amigos más cercanos. Por contra, otras personas cercanas a Blesa desmontan la tesis del accidente y ven inverosímil que a un experto cazador como él se le dispare accidentalmente un arma en un garaje.

En cualquier caso, la ciencia ha hablado y -por tanto- el caso está cerrado. Para la justicia y la Guardia Civil fue un suicidio; para su familia y sus amigos, un accidente. Lo cierto es que nunca sabremos lo que realmente ocurrió.