Un tiroteo ha tenido lugar la tarde de este lunes en Subirats en la comarca del Alt Penedès y se ha saldado con una persona abatida, según fuentes cercanas consultadas por Europa Press.
Las mismas fuentes explican que el abatido a tiros se ha encomendado a Alá antes de ser disparado y precisan que lleva adherido al cuerpo «lo que parece un cinturón de explosivos», cuya autenticidad están verificando los Tedax pasadas las 17 horas.
16:39 Operativo policial en marcha en Subirats. Difundir solo información oficial
— Mossos (@mossos) 21 de agosto de 2017
16:59h Rebem avís de presència persona sospitosa a #Subirats i s’activa dispositiu policial que aquesta hora continua en marxa
— Mossos (@mossos) 21 de agosto de 2017
17:05 La persona sospechosa de #Subirats lleva adherido al cuerpo el que parece un cinturón de explosivos. El individuo ha sido abatido
— Mossos (@mossos) 21 de agosto de 2017
Subirats es un municipio que se encuentra a unos 50 km de Barcelona.
72 vírgenes para los miembros del EI
Un paraíso especial espera tras la muerte a quienes hayan dado su vida por Alá en el combate de la yihad, la guerra santa. Esta promesa explica en parte el éxito del reclutamiento de radicales por parte del Estado Islámico (EI) en los círculos más fundamentalistas del mundo musulmán. Y también el carácter arrollador de su ofensiva militar en Irak. Los combatientes del EI no temen la muerte porque muchos están convencidos del edén que les aguarda si caen bajo la insignia negra del autoproclamado califato.
Desde el siglo X hasta nuestros días, la doctrina tradicional de gran parte de los eruditos musulmanes coincide en señalar que Dios bendecirá de modo especial a los «mártires de la yihad» con siete señales o recompensas. Una de ellas es la concesión a los varones de 72 mujeres vírgenes («huríes»). Las mujeres, como no podía ser de otra manera en la cultura musulmana, recibirán en el paraíso un solo hombre «con el que estarán satisfechas».
Pues nada, Younes Abouyaaqoub está de suerte. Que lo disfrute como pueda.