Inicio Destacadas No era un oasis, era una cloaca; Convergència saqueó a los catalanes

No era un oasis, era una cloaca; Convergència saqueó a los catalanes

La prensa de Madrid Barcelona coincide en consignar que la sentencia que condena el expolio del Palau de la Música como vía de financiación ilegal de la Convergència de Pujol, Mas y Puigdemont que gobernó Catalunya cuatro décadas representa el fin de una época en una cloaca tenida por un oasis y el epitafio del CDC, por más que la formación heredera, el PDECat y Mas intentaran ayer lavarse las manos alegando que ya habían pagado políticamente. 

Ese es el veredicto de la primera edición del quiosco, especialmente vitriólico en la caverna de la capital del reino donde –ya sabe– no existe el nacionalismo español, porque solo ven separatistas y no separadores, cuando es improbable que algún día vean en esos diarios esos o parecidos titulares con el PP de protagonista, que con la rojigualda no se tapan vergüenzas españolas.

Y casi más crudas que las portadas son las reflexiones editoriales. Ahí van las cuatro madrileñas, que ligan todos explícitamente la financiación ilegal convergente con la deriva independentista y la suerte política de Catalunya en el pleito con el poder español. 

Pobreza y zozobra

La Razón. Título: «No era un oasis, era una cloaca«. Así acaba: «Con todo ello, se hace muy difícil desvincular del descubrimiento del ‘caso Palau’, que se convirtió en el emblema de la corrupción del nacionalismo catalán, la reconversión de Convergència, ya bajo la égida de Mas, hacia el separatismo, como una huida hacia adelante de sus dirigentes, los mismos que pretendían seguir al frente de los destinos de Catalunya, pero que solo han conseguido empobrecerla y llevar la división y la zozobra a sus ciudadanos. Los mismos que están emplazados por la justicia para responder, como han hecho Millet y Montull, de sus actos».

La pena es insuficiente

‘Abc’: «Convergència saqueó a los catalanes. La condena al partido de Pujol, Mas y Puigdemont no deja lugar a dudas sobre la escombrera de corrupción en que habían convertido su gestión política». Final: «Los gastos de responder ante la justicia, y ante el Tribunal de Cuentas en algunos casos, se le van acumulando tanto al partido como a antiguos dirigentes de CDC. Lo determinante no está tanto en el resarcimiento a las cuentas públicas, que deberá producirse en todo caso, sino en la ejemplaridad. Por un lado, ocho años para juzgar un caso es una eternidad no asumible en una democracia sólida. Por otro, de los doce condenados solo cuatro de ellos ingresarán en prisión. Bien sea por su edad avanzada, bien porque las penas no son excesivas, el riesgo de que se perciba una justicia insuficiente sigue estando ahí».

Fétido olor de las vergüenzas

El Mundo: «El expolio de los patriotas de la ‘estelada’. El ‘entramado delictivo’ de CiU en elPalau entierra el mito del oasis». Así acaba: «El hereu político de Pujol, que saltó como un resorte cuando en 2005 Maragall le espetó la acusación del 3%, apretó el acelerador independentista cuando se destapó la olla podrida de escándalos cocinados durante el largo mandato de Pujol. Pero su balance no puede ser más nefasto. La incompetencia y el sectarismo de Mas dejan una Catalunya dividida, una política radicalizada y un partido reducido a los escombros de un expresident fugado, al que ayer los letrados del Parlament le recordaron su obligación de asistir en persona al Pleno si quiere ser investido. Ni el mar de esteladas ni las trapacerías antidemocráticas del separatismo catalán pueden tapar ya el fétido olor de sus vergüenzas».

Lección para la clase política española 

‘El País’: «Culpables. El PDECat y Mas no engañan a nadie al desvincularse de la condena a CDC». Último párrafo: «El PDECat se ha dado prisa en desvincularse de CDC y los jueces dictaminarán en futuros recursos si esto es válido. Pero políticamente no pueden engañar a nadie. La huida hacia adelante emprendida por sus líderes, su renacimiento bajo nombres diferentes y su radicalización en tiempos de crisis de los viejos partidos en todo el mundo han dejado huellas dolorosas para Catalunya y EspañaERC y la CUP lo sabían y obviaron toda exigencia de limpieza en aras de la causa independentista. Los comunes también jugaron con la ambigüedad. Para toda la clase política española debe ser una lección de cómo las huidas hacia adelante sin asumir responsabilidades pueden provocar, en suma, males aún mayores».

Y ahí va la esencia de los cuatro editoriales de Barcelona, que se abstienen de vincular la financiación ilegal y sistémica de CDC con la suerte de la Catalunya intervenida por Rajoy manu 155 tras la simbólica y retórica declaración unilateral de independencia del Govern de la Generalitat de Puigdemont y Junqueras:

Esperamos que no se repita

‘El Punt Avui’: «Caso Palau: la esperada sentencia«. Final: «La Audiencia ha condenado CDC por financiación irregular, una conducta reprobable en cualquier formación política. Los antiguos responsables de la formación no han dejado de insistir que no  hubo adjudicaciones irregulares y que ya han asumido las responsabilidades políticas. En espera del que determine el Supremo, es de esperar que estos comportamientos no se repitan».

Nueva política, y no autonómica

‘Ara’: «Una sentencia histórica que marca el fin de una época. La catarsis ha de servir para construir una nueva política sobre unas bases diferentes de la etapa pre-procés». Así termina: «La catarsis del caso Palau tendría que servir, al menos, para hacer limpio y construir una nueva política sobre otras bases, que nunca podrán ser las mismas que las de aquella época autonómica pre-Procés que hoy algunos añoran pero que no era más que un grande decorado que escondía muchas vergüenzas».

Urge erradicar la corrupción  

‘La Vanguardia’: «La sentencia del caso Palau«. Último párrafo: «La corrupción es un cáncer. Enriquece a unos pocos, a costa del resto de los ciudadanos, mientras mina la confianza general en el sistema. Todo caso es censurable. Pero cuando la practica, durante años, un partido de gobierno, los efectos son demoledores. Su condena es siempre pertinente. Y su erradicación total –puesto que aquí sólo hablamos de un caso, si bien muy relevante– es una auténtica urgencia social».

La regeneración debe ser profunda

EL PERIODICO: «El ‘caso Palau’ oficializa el 3%. La Audiencia de Barcelona afirma que CDC uso la institución musical para financiarse de forma ilegal»: Así termina: «Ni para el PDECat ni para el propio Mas es tan sencillo deshacerse de la sombra del partido hegemónico en Catalunya durante varias décadas. Con esta sentencia, las siglas de CDC quedan oficialmente vinculadas al 3% (al 4%, para ser exactos). Si a ello se le suma el caso Pujol, es necesario algo más que un paso al lado y un cambio de siglas. La regeneración debe ser profunda».

Los titulares de las portadas

EL PAÍS: «El partido de Puigdemont y Mas cobró comisiones ilegales»; «Los letrados del Parlament rechazan una investidura a distancia»; «Rajoy y Sánchez restan valor al auge de Rivera en los sondeos»; «Arranca el comité de expertos de la UE contra las noticias falsas»; «El español pierde terreno en Marruecos»

EL MUNDO: «Condena al ‘entramado delictivo’ que financiaba al nacionalismo»; «PP y PSOE bloquean la despolitización del gobierno de los jueces»; «Los letrados del Parlament dejan sin salida a Puigdemont»; «El Papa teme una guerra nuclear: «Estamos al límite»; «Siete muertos al naufragar una patera en Lanzarote»

ABC: «Las mordidas sepultan al partido que ha dividido a Cataluña en dos»

LA RAZÓN: «Convergència nos roba»; «Los letrados del Parlament rechazan la investidura telemática»; «Plan Rajoy: «rearme programático» y más actos de partido frente a Rivera»

ARA: «CDC, condemnada»; «Els lletrats del Parlament no avalen ni la investidura telemàtica ni el vot delegat»; «Mor als 46 anys Dolores O’Riordan, la cantant dels Cranberries»     
      
EL PUNT AVUI: «Presó per a Millet i els Montull i multa de 6,6 milions a CDC»; «Els lletrats sostenen que la investidura ha de ser presencial»; «Rajoy mantindrà el 155 si Puigdemont és investit»; «Europa vol fer front a les ‘fake news'»; «Mor la veu de The Cranberries»

LA VANGUARDIA: «El tribunal del caso Palau condena a CDC por financiación irregular»; «Los letrados del Parlament rechazan que Puigdemont pueda ser investido a distancia»

EL CORREO: «La condena a la corrupción de CDC y el veto a la ‘teleinvestidura’ debilitan a Puigdemont»; «Sidenor compra una firma catalana para ampliar producción y mercado»; «Un esquiador de Bilbao muere en una caída fuera de pista en Baqueira»; «La falta de sangre puede retrasar operaciones en Euskadi»

EL PERIÓDICO: «El epitafio de CDC»; «EL PERIÓDICO respalda a la empresa catalana»; «Los letrados del Parlament vetan una investidura a distancia»; «El contrato secreto de Neymar por 100 millones lleva la firma de Bartomeu»