Las Islas Canarias han vuelto a ser durante estos últimos días el principal objetivo de las mafias de la inmigración ilegal en su afán de acceder a Europa a través de España. A pesar del gran silencio mediático, con todos los focos de atención centrados en las erupciones de La Palma, el ritmo de llegadas al archipiélago continúa sin cesar y se cuentan ya por miles los llegados durante este mes de septiembre.
Según los datos arrojados por los diferentes servicios de emergencia y FCSE, desde el pasado lunes 20 de septiembre, han llegado a Canarias casi 1.300 (1.294) inmigrantes ilegales, y se ha intensificado el flujo de entradas durante este fin de semana.
El pasado viernes 24 el archipiélago canario experimentó un repunte en la llegada de embarcaciones considerablemente alto. Durante dicha jornada, llegaron un total de nueve embarcaciones que se repartieron entre las islas de Gran Canaria (2), Lanzarote (6) y Fuerteventura (1) y que dejaron a más de 300 (323) inmigrantes ilegales. El sábado la intensidad de llegadas fue ligeramente menor pero, aún así, ocho embarcaciones llegadas a las islas de Lanzarote (4) y La Graciosa (4) aumentaron la cifra de accesos ilegales en 259. La jornada del domingo fue la que mayor número de inmigrantes dejó en Canarias, un total de 335 accedieron a bordo de ocho embarcaciones que se repartieron entre La Graciosa (6), Lanzarote (1) y Gran Canaria (1), cerrando un fin de semana en el que más de 900 inmigrantes ilegales han accedido a España a través de la ruta canaria en tan solo 72 horas.
El archipiélago canario se sitúa ante un mes en el que, tras la entrada de más de una treintena de ilegales durante la mañana de este lunes, son ya más de 4.000 los inmigrantes que han accedido a las islas por la vía de la ilegalidad. Estos episodios no solo nos devuelven a la peor situación vivida el año pasado, sino que nos sitúa actualmente ante un aumento de entradas de más del 117% en comparación con las estadísticas registradas en 2020 y ante un incremento superior al 1.200% si comparamos los actuales datos con los recogidos en los balances del Ministerio del Interior en el año 2019.
Este notable incremento de entradas ilegales a Canarias motivó que, el pasado miércoles 22 de septiembre, la embarcación Guardamar Polomnia de Salvamento Marítimo tuviese que abandonar el puerto de Barbate (Cádiz) para poner destino hacia Gran Canaria, donde llegó el viernes 24 coincidiendo con el repunte de llegadas experimentado durante estos últimos días. Por otro lado, y según revelan fuentes del digital Norte Gran Canaria, el servicio marítimo de la Guardia Civil también se vio obligado a intervenir durante el fin de semana para servir de refuerzo a los operativos de Salvamento. Fue el sábado cuando, según el digital canario, la Guardia Civil llegó a la isla de La Graciosa precisamente cuando decenas de inmigrantes ilegales de origen marroquí eran interceptados en las costas canarias.
Esta situación excepcional motivó que el domingo el Ayuntamiento de Haría emitiese un comunicado en el que su alcaldesa, Chaxiraxi Niz, exigió medidas urgentes al Gobierno para detener la actual presión migratoria que está sufriendo Lanzarote. La regidora municipal advirtió en su nota de prensa de la falta de recursos para hacer frente al actual repunte de llegadas, puesto que su consistorio es el encargado de la retirada de las pateras que llegan a la isla. Chaxiraxi Niz, también hizo mención al radar SIVE situado en Lanzarote: “Son medidas necesarias, pero no resolverían el problema”, apuntó. “El Estado debe crear urgentemente políticas migratorias que traten el asunto en origen y detengan las operaciones descontroladas de las mafias culpables de esta crisis”, concluye en su comunicado.
La llegada masiva de inmigrantes ilegales a Canarias en estos últimos días nos sitúa ante un flujo de entradas a nivel nacional superior a las 27.000 en lo que llevamos de año, datos que en estos momentos suponen un incremento superior al 53% en comparación con las estadísticas registradas el año pasado.
