El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha clausurado la jornada ‘Populismos. ¿Una amenaza para la democracia’ junto al Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, y al líder opositor venezolano Leopoldo López.
En su discurso, Casado ha defendido que el populismo no es más que el comunismo de siempre, bajo un nuevo disfraz. “El comunismo ha devenido en populismo. Es muy difícil ver en una democracia occidental que se enarbole la hoz y el martillo”, ha manifestado.
El líder de los populares ha caracterizado este nuevo populismo con los siguientes rasgos: “Es identitarista, intervencionista, antipluralista, contrario al Estado de derecho y al libre mercado”.
Se trata, ha sostenido Casado, de una amenaza para la democracia que, además, es inútil, además de falsario, ya que propone “soluciones simples para problemas complejos”.
En su opinión, siempre “trata de penetrar en las sociedades diciendo que son corruptas y siempre son los campeones de la corrupción después; enarbolan su programa electoral diciendo que son desiguales y son los que más miseria, más opresión y más pobreza causan, siempre; son los que dicen que no son sociedades justas y son los que más arbitrarieda, injusticia y más pérdida de libertades producen”.
Casado ha propuesto que el Partido Popular no trate de amoldarse a los tiempos con eslóganes simples: “No debemos disfrazarnos de populistas”, ha dicho, “sino dar la batalla de las ideas”.
Por su parte, Mario Vargas Llosa ha hecho un alegato contra el nacionalismo y el populismo, que son “los peores enemigos de la libertad”, ha dicho.
“Los nacionalismos pueden llegar a destruir el proyecto de Unión Europea”, ha dicho. A juicio de Vargas Llosa, este desmembramiento difuminaría la presencia del Viejo Continente en la nueva realidad global: “Es muy importante que los países donde nació la libertad y la democracia estén presentes en el futuro de la humanidad”.
El líder opositor venezolano, Leopoldo López, ha intervenido para compartir su experiencia a la luz de lo vivido en Venezuela: “El populismo no es de derechas ni de izquierdas, pero sí es profundamente antidemocrático. En Venezuela llegó con herramientas democráticas y ha derivado en tiranía”, ha dicho.
“En España hay más de medio millón de venezolanos. Pregúntenles su historia, todos salieron de Venezuela en contra de su voluntad”, ha dicho, para reiterar que no se trata de un asunto de ideología, sino de defensa de la democracia y la libertad.
