Inicio Destacadas La alcaldesa de Calella obliga a la Guardia Civil a abandonar los...

La alcaldesa de Calella obliga a la Guardia Civil a abandonar los hoteles donde se hospedaba

Montserrat Candini, alcaldesa de Calella
Montserrat Candini, alcaldesa de Calella

Los policías y guardias civiles hospedados en distintos hoteles de Calella deberán abandonar sus alojamientos. Así lo ha decidido la diputada al Parlament y alcaldesa de Calella por Junts Pel Si (antigua CiU) Montserrat Candini quien se reunió con los directores de varios hoteles de la población amenazándoles con paralizar las licencias de reformas de sus establecimientos.

Algunos trabajadores de los hoteles Les Palmeres, Catalonia y Vila de Calella han asegurado a Noticiero Universal que han recibido amenazas de muerte si continuaban «sirviendo a las fuerzas de ocupación» recordándoles que conocen a sus padres e hijos. Muchos de los camareros de estos hoteles han faltado a su trabajo y han protegido sus viviendas con maderas «como cuando viene un huracán».

Cartel de un establecimiento de Calella. Foto: Ràdio Calella TV
Cartel de un establecimiento de Calella. Foto: Ràdio Calella TV

Los hoteles donde se albergaban hasta esta mañana los Guardia Civiles no han recibido suministros y algunos de ellos se han visto obligados a colgar el cartel de «cerrado». A estas horas se ignora si los distribuidores han actuado por convencimiento propio o motivados por presiones.

Varios miembros de la Guardia Civil han confesado a este diario que se sentían agradecidos por el trato recibido en estos hoteles: «Nos han tratado maravillosamente pero hemos decidido marcharnos para que no tengan problemas. Todavía no sabemos dónde nos hospedaremos.»

«Nosotros, con todo el agradecimiento hacia estas personas que nos han tratado tan bien, nos vamos para que ellos no tengan mas problemas. 250 guardias nos vamos… no sabemos a donde».

Según ha declarado este miembro de la Guardia Civil: «Están haciendo lo mismo que le hicieron a mi padre en el País Vasco que para comprar tabaco tenía que ir a 20 kilómetros».