El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado este viernes que, en virtud del artículo 155, convoca la sesión constitutiva del Parlament el 17 de enero y, en este contexto, ha pedido al nuevo Govern que «señale sus prioridades dentro de la ley«. En su opinión, el próximo Ejecutivo catalán debe «abrir una etapa basada en el diálogo y no en el enfrentamiento, en la pluralidad y no en la unilateralidad».
Rajoy se ha felicitado del funcionamiento del artículo 155 y ha avisado de que España no «se someterá a ningún chantaje» ni a «políticas de hechos consumados».
Él, por su parte, se ha comprometido a ofrecer un «diálogo constructivo, abierto y realista, siempre dentro de la ley, para resolver problemas y generar un marco de incertidumbre».
Rajoy ha considerado además «absurdo» que Carles Puigdemont pretenda ser president «viviendo en el extranjero» y aunque no ha solicitado, como sí ha hecho el PP, que Inés Arrimadas tome la iniciativa para ser investida, sí ha recordado que él abrió una ronda de contactos tras las elecciones, pese a no tener, a priori, apoyos para gobernar.
El balance
En la rueda de prensa de resumen del año, el último día laborable, ha señalado que el 2017 ha sido «extraordinariamente difícil», dada la declaración unilateral de independencia, pero aún así, en su opinión, el balance tiene más cosas «positivas que negativas», desde el punto de vista económico y social.
En este contexto, ha sacado pecho de las cifras que indican que España se recupera económicamente, así como del diálogo emprendido por su Gobierno para sacar adelante varias reformas.
El presidente del Gobierno ha descartado llevar a cabo alguna remodelación de su Gabinete y ha reiterado que el resultado de las elecciones catalanas, donde el PP obtuvo las peores cifras de la historia, no es «extrapolable» al resto de España.
