Mariano Rajoy y Carles Puigdemont se reunieron el pasado 11 de enero en La Moncloa a instancias del presidente del Gobierno central. El encuentro se mantuvo en pleno secreto gracias a que se produjo solo un día después de que en Barcelona mantuvieran otra cita sus respectivos vicepresidentes, Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras. Y como sucedió en la capital catalana, en Madrid tampoco hubo avances. Ni Rajoy logró que Puigdemont asistiera a la Conferencia de Presidentes ni el presidente catalán logró que su homólogo español abriera la puerta a negociar sobre el referéndum, según avanza hoy La Vanguardia.
Tanto el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, tenían razón sobre la existencia de contactos del máximo nivel, desmentidos ayer con rotundidad por la portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté. Previsiblemente hoy Puigdemont dará explicaciones en el Parlament sobre su visita a Madrid, que conocían algunos de sus consejeros, además de su vicepresidente, el republicano Oriol Junqueras.
Aunque Rajoy se negó a tratar del referéndum, la posición oficial que siempre ha mantenido su Ejecutivo, en la reunión sí que se trató del documento de reivindicaciones con 46 puntos que en abril pasado Puigdemont había entregado ya al presidente del Gobierno central. Ayer, el Ejecutivo autonómico reiteró su voluntad de negociar y de tener una oferta sobre la mesa con la que poder negociar.
