Y cuando todo el mundo pensaba que las dos únicas ausencias de la Conferencia de Presidentes autonómicos en San Millán de la Cogolla, con la presidencia del Rey, eran las de siempre por las razones nacionalistas de siempre, resulta que la sorpresa es que aparece el lehendakari Íñigo Urkullu porque ya ha negociado por su cuenta, de manera bilateral con el Gobierno y al margen del resto de CCAA, la parte que tiene que ver con el dinero y sus ventajas al respecto, como siempre.
El Ejecutivo de Vitoria apuntaba que después de hacer una valoración del impacto de la disminución de los ingresos por impuestos a consecuencia de la caída de la actividad económica por la covid-19, se ha acordado con el Gobierno de Sánchez un objetivo de déficit del 2,6% del PIB para el País Vasco este año.
No han pasado desapercibidas las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que poco después de pactar “a la carta” un déficit y una deuda solo para el País Vasco, afirmaba delante de todos los presidentes regionales que “no puede haber CCAA de primera ni CCAA de segunda” y que “todos tenemos que ir al mismo nivel y con igualdad de oportunidades».
La respuesta desde el PP no se ha hecho esperar y su vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, ha exigido a Sánchez “transparencia” y que defienda la igualdad de todos los españoles. “¿Qué ha pactado en la penumbra el Gobierno de Pedro Sánchez con Urkullu?”, se preguntaba. Su compañero de partido, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, incidía en que Andalucía no va a permitir “ni un agravio territorial en ninguna materia, ni en el reparto del déficit ni en el reparto de fondos”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticaba también que el Gobierno central esté llevando a cabo
negociaciones de manera bilateral con algunas comunidades autónomas para conseguir “déficit a la carta” porque rompen, en su opinión, con el principio de igualdad entre regiones”: “No se puede pedir que unas comunidades tengan más independencia y, sin embargo, otras menos autonomía”.
Privilegios para el País Vasco
En la misma línea, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha criticado que la asistencia de Urkullu a última hora a la cumbre haya sido a costa de negociar “cosas particulares” y “privilegios”. Entiende que este trato distintivo «rompe por completo la imagen de unidad que sería deseable”.
“Una cesión más” de Sánchez en un momento en el que la foto debería ser, apuntaba el de Cs, “la de todos los presidentes autonómicos juntos pensando en lo mejor para toda España, en el bien de este país y no en el bien de una parte de este país”. Bal, que opina que esto conduce «a la división y a la desunión», concluía: «Estamos en lo de siempre, los privilegios identitarios, privilegios para unos, que son agravios para otros».
El lehendakari en funciones pedía respeto al marco de relación bilateral entre los gobiernos central y vasco y subrayaba la singularidad del autogobierno vasco y la relación bilateral Euskadi-Estado como “realidades reconocidas en el marco constitucional de un Estado compuesto”.
Sánchez asume la gestión
Además del pacto tempranero de Urkullu, las primeras noticias de la Conferencia de Presidentes que se celebra este viernes en La Rioja se dirigían a la ausencia del presidente de la Generalidad, Quim Torra, que decía desde Barcelona que su deber como presidente no era «hacerse fotos sin sentido». Las demás, giraban en torno a la explicación de Sánchez sobre el fondo de recuperación y su anuncio de que asumirá directamente la gestión del fondo de recuperación de la UE .
El Rey abría la Conferencia con una reunión informal con Sánchez y los presidentes autonómicos, después, la anfitriona de la cita, la presidenta riojana, Concha Andreu, apuntaba que este encuentro debe ser un «buen punto de apoyo» para abordar la recuperación económica. Se sumaba a este deseo el presidente del Gobierno, justo el día en el que coníamos la caída histórica de la economía española, al hundirse el PIB en el segundo trimestre, con una caída del 18,5%.
Sánchez afirmaba que «ese momento ha pasado» y que «tras la resistencia vino la reactivación económica» que ya se ha iniciado. «Lo bueno y lo positivo es que, aunque nos quedan meses duros, saldremos de esta situación tan crítica», aseguraba.
Más tarde, Sánchez apelaba a la unidad: «Cuanta más haya más fuertes seremos y más pronto saldremos de esta emergencia sanitaria, económica y social». Ha sido justo después de esto cuando ha insistido en la necesaria búsqueda de la cohesión territorial y subrayaba que «no puede haber comunidades autónomas de primera y segunda», para enfado de todos los presidentes del PP y de la oposición, fuera de la Conferencia, tras su pacto «a la carta» con el líder vasco.
Tras un almuerzo ligero, los presidentes de las distintas CCAA, menos la de Cataluña, hacían sus valoraciones sobre lo hablado.
