Joan Tardà cree que no hay una “mayoría social” en Cataluña que quiera la independencia. El portavoz de ERC en el Congreso ha reconocido que si la independencia no se concretó es por esta falta de apoyo entre los catalanes. Así lo ha expresado después de registrar una petición conjunta con el PDeCAT para crear una comisión de investigación sobre la “represión policial” durante el 1-O.
El diputado ha asegurado que: “Se proclamó la república, pero no se implementó porque no estábamos predispuestos a poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos”. La oposición se ha apresurado a destacar que los independentistas no quieren en realidad poner en riesgo su patrimonio.
Sin embargo, Tardà ha hecho caso omiso a las críticas y ha insistido en que las cargas de la Guardia Civil y la Policía Nacional el día del referéndum fueron un “trauma” para “toda la sociedad catalana” y que fueron lo que frenó la intención del Govern de “implementar la república”.
“Si por poner las urnas la ciudadanía fue golpeada, qué hubiera podido pasar si el Gobierno de Cataluña hubiera salido al balcón a proclamar la república”, ha añadido. Tardà ha animado a los independentistas a ser “perseverantes” con su objetivo y ha insistido en que el proceso de independencia “será pacífico o no será”.
Muchos analistas y expertos políticos han celebrado este cambio de discurso de ERC aunque admiten que el daño ya está hecho. El decano de los doctores en Periodismo de España, Alejandro Ávila ha asegurado a Noticiero Universal que: «La sociedad catalana ha quedado fragmentada, la economía hecha unos zorros y la excelente imagen de marca de Barcelona y Cataluña está por los suelos. El independentismo ha hecho un daño tremendo a todos los catalanes y será difícil que cure porque el independentismo sigue controlando muchos resortes, entre otros la educación y los medios de comunicación catalanes. Si nadie hace nada, es cuestión de tiempo que el mal vuelva a resurgir.»
