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Un asteroide «potencialmente peligroso» se acerca a la Tierra en los próximos días

Recreación de un asteroide cerca de la Tierra

Dentro de unos pocos días un asteroide de unos 560 metros de diámetro «rozará» la Tierra.

Concretamente el día 10 de agosto la roca QQ23 2006 volará dentro de 0,049 unidades astronómicas (7,4 millones de kilómetros) de nuestro planeta a aproximadamente 16.740 kilómetros por hora. Puede parecer muy lejos y, de hecho, lo es, pero la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA lo ha catalogado como «potencialmente peligroso» al encontrarse por debajo de las 0,05 unidades astronómicas (una unidad astronómica es la distancia media entre la Tierra y el Sol).

Sin embargo, no deberíamos preocuparnos por un hipotético choque de este asteroide contra nosotros.

El objeto espacial o NEO (siglas de «Near Earth Object» u objeto cercano a la Tierra) es «más o menos beningno», explicaron en CNN Lindley Johnson y Kelly Fast, científicos que rastrean objetos cercanos a la Tierra para la NASA.

De hecho, es bastante común que cuerpos de este tipo se acerquen: cada año cerca de seis asteroides del tamaño de QQ23 2006 (que es más grande que el Empire State Building, que «apenas» llega a los 440 metros de altura) pasan cerca de nuestros «dominios cósmicos», lo que convierte esta clase de eventos en una «rutina». No obstante, el trabajo para localizar y controlar los asteroides es vital en la seguridad de nuestro planeta. De hecho, ya existen algunos planes de diferentes agencias espaciales (incluida la Agencia Espacial Europea o ESA) para hacer frente a un posible impacto de asteroide contra nuestro planeta. Incluso hay en marcha programas como HERA o DART para probar la efectividad de estos planes teóricos.

Cuanto más pequeños, más peligrosos

Actualmente, hay alrededor de 900 objetos cercanos a la Tierra que miden más de un kilómetro de diámetro, mucho más grandes que el que se nos acercará el 10 de agosto. Sin embargo, el problema no es el tamaño, ya que estas rocas son mucho más fáciles de ver y, por tanto, de predecir su órbita. Pero la cuestión se torna más complicada con las rocas pequeñas, que no se pueden ver a grandes distancias: eso reduce el tiempo de reacción desde la Tierra.

De hecho, se calcula que solo se tienen controlados el 0,05% de los NEO de entre 30 y 100 metros de longitud, mientras que tan solo conocemos el 0,01% de las rocas de menos de 30 metros. Por ejemplo: el meteorito que explotó sobre el cielo de la localidad rusa de Chelyabinsk y provocó más de 1.000 heridos y daños en centenares de casas tan solo medía 19 metros de diámetro. «Son los que no conocemos los que nos preocupan», afirmó al respecto Fast.

En páginas como la del Centro JPL de la NASA o en el portal de NEOs de la ESA se puede comprobar en tiempo real las «amenazas» de estos objetos y la probabilidad de que su órbita coincida con nuestro paso.