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Un policía en el juicio del 1-O: «Sacaron a los niños de un colegio para que nos llamaran asesinos»

El testimonio de un policía que participó en el dispositivo de seguridad durante el 1-O deja patente el nivel de violencia y de presión que sufrieron los agentes. El policía ha declarado en el Supremo que el 2 de octubre, mientras estaba en una comisaría de Lérida, vio cómo “sacaron a los niños de un colegio para que les llamaran ‘asesinos’”.

La fase de testigos policiales solicitados por las acusaciones en el juicio por el ‘procés’ independentista ha concluido este miércoles, en vísperas de las fiestas de Semana Santa, con la comparecencia de una veintena de agentes, entre ellos un subinspector de la Policía Nacional que ha extendido los incidentes al día después del referéndum ilegal, el 2 de octubre.

El testigo, que ha calificado de “barbaridades” lo que vio durante aquellas jornadas en Cataluña ha explicado este incidentes a preguntas del fiscal Jaime Moreno, relatando que los niños que fueron colocados frente a las instalaciones policiales debían tener entre ocho o diez años.

“Nos llamaban asesinos y nos decían que habíamos matado gente”, ha añadido. Se ha referido también a un gesto que hacían los pequeños y que no ha podido verse al declarar el agente sin que su imagen pueda ser emitida por la señal de televisión ni captada por el público en la sala.

Este mismo policía resultó herido en la jornada del 1-O cuando intervino en el centro Caperrella y fue arrastrado por el suelo por varios concentrados, que le golpearon y le causaron una lesión de muñeca.

El “más activo” en la agresión fue un “varón” que fue detenido, según ha recordado el testigo, que ha añadido que una situación como la vivida aquellas horas no la había visto nunca antes.

El último testigo del día ha contado otro episodio ocurrido también frente a la comisaría de la Policía Nacional en Lérida. A primera hora de la tarde del día 1 se empezó a concentrar una gran cantidad de gente, hasta alcanzar las aproximadamente 2.000 personas.

Mientras, “pequeños grupos” de jóvenes de entre 17 y 30 años “se dedicaban a correr por las calles adyacentes” a la comisaría “lanzando arengas” en las que gritaban “vamos a tomar la comisaría”, “vamos, que podemos con ellos” y “a por ellos, que somos más”.

Por eso, los mandos de la comisaría ordenaron formar equipos para proteger las instalaciones policiales. Desde primera hora de la tarde hasta las nueve de la noche el testigo y los miembros de su equipo estuvieron cubriendo una zona y luego les cambiaron hasta situarse frente a los manifestantes.

Pasadas las diez de la noche, el testigo recibió el impacto de una piedra en la frente procedente de “la masa”, pero el escudo de la Policía Nacional de la gorra que llevaba puesta evitó males mayores. No obstante, cuando se quitó la gorra notó que un chorro de sangre le corría por la cara, por lo que sus compañeros le llevaron dentro de la comisaría para curarle y después acercarle al médico.

A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, el oficial ha relatado que durante la concentración frente a la comisaría se formó un cordón de agentes de orden público de los Mossos d’Esquadra, pero ha dicho que “no hicieron nada”. Después, cuando ha sido interrogado por Judith Gené, del equipo de defensa del exconsejero Joaquim Forn, ha aclarado que en esa protesta “no fue necesaria la intervención” ni de la policía autonómica ni de la nacional.