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Cualquier modalidad de ‘Brexit’ afectará más al Reino Unido que a la UE, según Banco de España

Dentro de la eurozona, España cuenta con mayor exposición al país y se verá particularmente perjudicada

MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) –

La economía del Reino Unido sufrirá un impacto significativo independientemente de la modalidad en la que finalmente se materialice su salida definitiva de la Unión Europea desde el próximo mes de enero, con un efecto negativo de entre el 1,5% y el 3% en su PIB para 2022, frente al 0,4% estimado en el peor de los casos para la UE por el Banco de España, que advierte de que España se verá particularmente perjudicada por su mayor exposición al país británico.

«Cualquiera que sea la modalidad final del ‘Brexit’, sus efectos económicos serán significativos sobre la economía del Reino Unido», señala la entidad, cuyas simulaciones en función del tipo de acuerdo alcanzado para formalizar las relaciones comerciales entre los dos bloques tras la retirada del Reino Unido de la UE arrojan un impacto negativo en el PIB británico de entre el 1,5% en caso de un acuerdo similar al CETA y de hasta el 3% si las relaciones se pasaran a regir por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

En el caso de la UE, el Banco de España advierte de que también habrá un impacto adverso en función de la modalidad del ‘Brexit’, aunque de mucha menor intensidad, ya que en el peor escenario contemplado se restarían cuatro décimas de PIB en el horizonte a 2022.

No obstante, el Banco de España destaca que en el seno de la UE estos impactos serán heterogéneos entre los países como consecuencia de la diferente exposición comercial de cada uno frente al Reino Unido y advierte de que España cuenta con una exposición «notablemente superior» a la que mantienen las otras grandes economías del área del euro frente a la economía británica, en términos tanto comerciales como financieros.

Asimismo, la institución advierte de que la actual crisis sanitaria limita el margen de maniobra de las políticas económicas para acomodar los costes de transición hacia una nueva relación económica, cualquiera que sea su forma definitiva.