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El Banco de España aboga por fusiones bancarias transfronterizas para mejorar la eficiencia

Publicado 27/09/2017 10:39:33CET

El subgobernador, Javier Alonso, insta a la banca a recuperar la confianza del cliente

MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) –

El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, ha abogado por un aumento de las fusiones transfronterizas en el sector bancario con el objetivo de «reducir el exceso de capacidad» y «mejorar la eficiencia» de las entidades.

Alonso ha explicado que sería «deseable» que estas operaciones corporativas se llevaran a cabo a nivel europeo, entre diferentes países, aunque «no parece ser la tendencia que prevalece». «Debemos seguir trabajando para identificar los elementos que puedan estar limitando dichas operaciones», ha señalado durante su intervención en el VIII Encuentro financiero organizado por el diario ‘Expansión’ y KPMG.

Para Alonso, a pesar de la recuperación del sector financiero, aún existen «elementos de incertidumbre», como la evolución reciente del crédito, que «aún se mantiene en tasas negativas», o la rentabilidad de las entidades bancarias, que persiste en «niveles negativos» y lejos de los niveles anteriores a la crisis.

El subgobernador del Banco de España ha explicado que los bajos tipos de interés han sido «un factor clave en la recuperación económica», pero presionan a la baja el margen de las entidades financieras. Por ello, es necesario «ser cautelosos» y descontar que el entorno de bajos tipos de interés «puede tener cierta persistencia», por lo que será un «factor a tener en cuenta» a la hora de analizar la rentabilidad bancaria en los próximos años.

En cuanto a las nuevas tecnologías y la entrada de nuevos competidores, Alonso ha señalado que la innovación tecnológica ofrece «grandes oportunidades de mejora» para los bancos, tanto en términos de menores costes como a la hora de ofrecer mejores productos a los clientes.

«Este proceso no está exento de incertidumbres y de destacados riesgos, muchos de los cuales se ven ahora acentuados por la rapidez de los cambios, así como por la aparición de nuevas interdependencias», ha explicado en referencia a posibles fraudes, ciberataques y un uso indebido de la información personal, así como «otros que supongan una amenaza para la estabilidad del sistema».

Además, Alonso ha advertido de que la adopción de nuevas tecnologías por parte de las entidades «puede requerir elevados costes de inversión iniciales, «a veces en múltiples proyectos hasta que uno de ellos resulte rentable».

En cuanto a los nuevos competidores que tienen el objetivo de desarrollar el negocio fundamental de las entidades, como las plataformas de financiación participativa (‘crowdfunding’), que «compiten por la prestación de crédito beneficiándose de la ventaja que les otorga el no tener que cargar con las rigideces o los costes de la banca tradicional», Alonso ha explicado que «si bien estas nuevas empresas pueden llegar a desarrollarse con cierta intensidad, su oferta suele dirigirse a segmentos muy específicos y, en general, menos atractivos para la banca».

«Además, el riesgo de crédito que conllevan las operaciones y las posibles reticencias por parte de los clientes financiadores pueden limitar su recorrido», ha advertido el subgobernador del supervisor español.

REQUERIMIENTOS EXIGENTES PARA ALGUNOS BANCOS

Por otra parte, el subgobernador ha destacado que los bancos deben hacer frente a otros desafíos, como las mayores exigencias regulatorias en materia de solvencia y de resolución bancaria, que requieren mantener en balance instrumentos financieros con capacidad suficiente de absorber pérdidas.

Para Alonso, la constitución de estos requerimientos mínimos de MREL «no es una tarea sencilla» y se presenta «como un reto especialmente exigente en el caso de entidades que no tengan experiencia en la emisión en el mercado de este tipo de instrumentos».

RECOBRAR LA CONFIANZA DE LOS CLIENTES

Por último, Alonso ha hecho referencia a la confianza de los clientes, «el principal activo que tienen las entidades», que fue socavado durante la crisis. «Su recuperación es uno de los principales desafíos» de los bancos, algo que deberán hacer a través de la mejora de la transparencia en la comunicación, la aplicación de mejores prácticas de comercialización y la protección de los intereses de los clientes.

«El negocio bancario se halla en un momento de profunda transformación, cuyas implicaciones son aún difíciles de prever. No sabemos lo que depara el futuro para el sector, pero sí sabemos que las entidades deben y pueden preparase para ello», ha concluido.