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El Banco de España ve «bastante aceptable» el ritmo de creación de empleo, aunque es «inferior» que antes

Avisa de que la zona euro se está llevando la parte «particularmente amarga» del deterioro global

MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) –

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha afirmado este jueves que el ritmo de creación de empleo en España es «bastante aceptable» aún, si bien es «claramente inferior» al de hace unos meses, al tiempo que ha advertido de que la zona euro se está llevando la parte «particularmente amarga» del deterioro económico global.

Así lo ha señalado Arce durante su participación en la apertura del Congreso ‘private equity y M&A’, organizado por Capital and Corporate, después de que el martes el Ministerio de Trabajo publicase los datos de paro y afiliación del mes de octubre, que reflejan una destrucción de casi 100.000 puestos de trabajo, la mayor desde 2012, pero una afiliación de 106.541 personas más.

Arce ha explicado que se ha producido un deterioro «notable» del sector industrial en el entorno global y es «particularmente intenso» en la zona del euro, lo que explica en buena parte la rebaja de previsiones de las principales economías por parte de los distintos organismos.

Detrás de este empeoramiento de la economía global se encuentra principalmente la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha supuesto ya caídas del flujo del comercio mundial en los dos últimos trimestres, algo no visto desde la recesión de la crisis de 2008. «El comercio global es menor hoy que hace un año y la incertidumbre sobre la cuestión comercial sigue en niveles máximos históricos y aumentando», ha avisado Arce.

En cuanto al impacto de la guerra comercial, ha indicado que a nivel mundial supondrá una pérdida de cuatro décimas del PIB de aquí a final de año, por lo que el perjuicio es «importante pero no dramático», y ha augurado que China «va a salir peor parada», ya que es una economía más dependiente de las exportaciones que la americana.

En el caso de la zona del euro, el coste de la guerra comercial sería solo «algo inferior» al que sufrirá Estados Unidos. «Las cosas podrían ir a peor en un entorno en el que las fricciones en el ámbito puramente comercial llegasen a contaminar el clima de confianza mundial y diese lugar a tensiones financieras», un supuesto en el que las pérdidas podrían ser «sustancialmente superiores», ha advertido.

LA ZONA EURO, LA MÁS AFECTADA POR EL DETERIORO GLOBAL

En este contexto de desaceleración mundial considera que la zona euro «se está llevando la parte particularmente amarga del deterioro global», debido a que es la economía más abierta del mundo y ha tenido la «mala suerte» de que dos de sus principales destinos de exportaciones, Reino Unido y Turquía, llevan un par de años mostrando una debilidad «bastante importante», lo que afecta más a la zona euro que a EE.UU. o China.

Aparte del impacto de la guerra comercial, Arce también se ha referido al Brexit, sobre el que el FMI calcula que en el peor escenario podría restar entre seis o siete décimas de PIB a la zona euro, algo «considerable» al suponer un «frenazo» si se tiene en cuenta que la media de crecimiento es del 1%.

En cualquier caso, Arce ha asegurado que la desaceleración industrial comienza a trasladarse al sector de servicios, a lo que se suma que la demanda doméstica de la eurozona y el consumo público y privado empiezan a acumular «señales de empeoramiento». A su vez, la demanda doméstica y el empleo también dan «muestras de moderación» y los hogares europeos están reduciendo «sensiblemente» su ritmo de compra de bienes duraderos.

Por ello, Arce ha abogado por fomentar la capacidad de crecimiento a largo plazo, mejorando la eficiencia de los principales mercados de factores y productos y afrontar los principales retos, en materia de transición energética o desarrollo de tecnologías punteras, así como culminar la Unión Bancaria con el Fondo de Garantía de Depósitos y desarrollar un mecanismo de estabilidad cíclico para mitigar los efectos adversos de ‘shocks’ en los estados miembros.