El Banco Central Europeo (BCE) ha tratado de acercarse con extrema discreción a la crisis surgida en BBVA tras la revelación de la relación entre su todopoderoso ex presidente, Francisco González, y el ex comisario José Villarejo. Pero ese perfil bajo en la comunicación de su postura en ese asunto, podría tener las horas contadas. En el entorno del banco central se da por hecho que este escándalo, que afecta a una de las entidades más sistémicas de Europa por su tamaño, se colará este jueves en la primera rueda de prensa del año del presidente de la institución, Mario Draghi, tras una reunión de tipos. El economista italiano estará acompañado en esa comparecencia por el vicepresidente del banco central, el español, Luis de Guindos.
Según publica hoy este periódico, en el BCE existe una alta preocupación por la deriva penal en la parece que va a acabar este caso con FG sentado en el banquillo de los acusados. Esa causa tendrá un impacto directo en la reputación del banco y el alcance de ese efecto será fundamental para el sector financiero europeo.
Se da la circunstancia, además, de que Francisco González sigue siendo el presidente de honor de BBVA, un extremo sobre el que el BCE no quiere, ni debe pronunciarse, pero clave a nivel reputacional por mostrar la influencia que el ex presidente ejerce todavía en el banco español.
Para Luis de Guindos, Francisco González es un banquero de sobra conocido. No sólo por la relación que mantuvo con él cuando fue ministro de Economía del Gobierno de Mariano Rajoy. También porque FG fue impulsado a la presidencia de BBVA por Rodrigo Rato -con quien mantiene una conocida enemistad- y José María Aznar.
En el BCE, FG era un ejecutivo financiero que tampoco convencía por el fuerte poder que acaparó en los años en los que estuvo al frente de la entidad con un modelo de reparto de funciones que no convencía a Fráncfort.
Reunión de tipos
Pese a que González se colará, casi con toda probabilidad, en la comparecencia de prensa de Draghi y Guindos de hoy, los mercados estarán más atentos a otros mensajes del banquero central. En concreto, a las líneas maestras que permita descubrir sobre sus intenciones en materia de política monetaria para 2019. Este año iba a ser el de la subida de tipos de interés en Europa, pero la incertidumbre económica ha animado a muchas casas de análisis a plantear un posible retraso de esa subida de tipos incluso de cara a 2020.
La decisión tendrá una importante repercusión en el sector financiero europeo, que sufre una caída en sus márgenes, debido entre otros, a los bajos tipos de interés en Europa.
En la reunión de hoy también se abordará la digestión que están haciendo los mercados financieros y los mercados de deuda de la retirada de los estímulos del BCE que tuvo lugar a finales de diciembre de 2018. En este momento, el banco central solo compra vencimientos de deuda para que ese fin de estímulos no sea traumático.
