Cuando el debate está centrado en si las medidas que proponen PSOE y Podemos para frenar la escalada de los precios del alquiler, como construir 20.000 viviendas para arrendamiento social o habilitar a los ayuntamientos para que puedan limitar los precios, serán efectivas, resulta que tal vez el problema en cuestión esté enfilando enfilado el camino de la solución. El precio de la vivienda en alquiler se redujo un 1,3% en toda España en el tercer trimestre del año, dejando el metro cuadrado en 10,6 euros mensuales, según el último informe de este mercado del portal inmobiliario idealista. El estudio se ha realizado analizando 65.142 anuncios que estaban en la base de datos de la web el pasado mes de septiembre.
Aunque el precio actual es un 12,6% superior al que se registró en el mismo periodo del ejercicio anterior, el jefe de estudios de idealista, Fernando Encinar, destaca que los alquileres “han bajado casi en la mitad de las capitales de provincia y en el resto han crecido de forma moderada”. El gran problema del alquiler se concentra en las grandes ciudades, especialmente en Madrid y Barcelona, que son los puntos en los que más se ha recalentado el mercado. En estas dos urbes, el informe de idealista detecta un cierto agotamiento de esta escalada alcista. “En Barcelona, punta de lanza del alquiler en España, los precios ya bajan en el interanual un 5,5%. En Madrid, los precios suben en el interanual un 7,4%, muy lejos de las subidas de dos dígitos que experimentaban en trimestres anteriores”, explica Encinar. La capital catalana sigue tiendo el precio del alquiler más alto de España, 17,3 euros por metro cuadrado. En Madrid es de 16,4 euros. El podio lo completa San Sebastián, con 15,6 euros. En el lado opuesto, en Zamora el precio es de 4,3 euros.
Para el responsable de estudios de idealista, “los datos confirman que, a pesar de la creencia generalizada de la existencia de una burbuja en el alquiler, no hay tal. En este mercado los precios han subido por un desajuste entre oferta y demanda”. Para fomentar esta última y contribuir a relajar los precios, Encinar considera inadecuado el plan del Gobierno de construir 20.000 viviendas para alquiler social en un plazo de cuatro años pues “podrían llegar al mercado cuando ya no exista el problema. Construir 20.000 viviendas públicas en alquiler supondrá el consumo de recursos y tiempo y podría no tener el resultado previsto para cuando empiecen a salir al mercado las primeras viviendas”.
Para idealista, la mejora política para bajar precios es incentivar la salida de viviendas vacías al mercado del alquiler. “Y la mejor vía para hacer esto es a través de marcos regulatorios, jurídicos y fiscales estables y fiables que animen a los miles de propietarios de esas casas vacías a ponerlas en alquiler”, explica Encinar, que lanza un aviso también contra medidas como la de limitar las subidas de los precios. “Las políticas coercitivas, ya lo hemos visto en París y Berlín, no funcionan”.
