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España aún tiene medio millón de casas sin vender de la crisis

El mercado inmobiliario aún no se ha recuperado del todo tras el cataclismo que sufrió con la crisis, a partir de 2008. Desde que comenzó la recuperación en 2014, la inversión real en vivienda se ha incrementado un 45%, frente al 15% que ha crecido el PIB en este periodo. No obstante, ni los precios ni las ventas están todavía al nivel que tenían antes de la crisis. De hecho, aún quedan casi medio millón de viviendas nuevas sin vender, muy lejos de las 100.000 que había en 2005, según un informe del Banco de España publicado ayer. Desde ese momento, el stock «técnico» que necesita la economía para mantener el correcto funcionamiento del mercado. En 2010 se alcanzó un techo de casi 700.000 casas vacías y sin vender y desde entonces se ha producido una progresiva pero «lenta» absorción. No obstante, la institución cree que esa lentitud «podría estar reflejando un cierto desajuste entre las características de las viviendas demandadas» (incluida localización) y las casas realmente disponibles .

Los precios de venta han evolucionado de forma dispar según las comunidades, siendo Madrid (+49%) y Cataluña (+39%) donde más se ha recuperado desde el punto más bajo de la crisis. Con todo, aún están muy lejos del nivel de 2007. En el caso del alquiler, los precios en Madrid y Barcelona ya recuperaron su nivel precrisis en 2016, si bien en 2018 se observa un «crecimiento más débil» en relación con los años anteriores. Incluso hay una caída en Barcelona, donde además se ha producido un fuerte frenazo de los precios de venta: de crecer más de un 15% en 2017 han bajado a menos del 3% el año pasado.

Según el Banco de España, la proporción de población en alquiler en España es «todavía reducida», pese a que ha crecido desde el 14% de 2008 al 17%. El mayor peso del alquiler se observa sobre todo en los jóvenes de 16 a 29 años. seguidos de los de 30 a 44 años. Esta evolución se puede explicar, al menos en parte, por el impacto de la crisis «sobre las condiciones del mercado laboral, en especial de los jóvenes». En este sentido, señala la caída del 15% del salario entre 2008 y 2016, así como la tasa de paro (42% en 2013) y la temporalidad (57% en 2017).