El encarecimiento de los bienes de primera necesidad, unido a un menor consumo de los hogares, llevaron a las familias españolas a reducir la compra de alimentos un 0,4% –con datos del año móvil que terminó el pasado 30 de noviembre–. Pero para ello tuvieron que pagar un 1,4% más por productos básicos como alimentos y bebidas, debido sobre todo al incremento del 1,8% del precio medio.
Según los últimos datos del Panel de Consumo Alimentario en el Hogar, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el valor de la cesta de la compra hasta noviembre se situó en 68.488 millones de euros y el consumo per cápita de alimentos y bebidas cayó un 1% (630,06 kg/persona/año). De ese consumo per cápita, la mayor cantidad correspondió a alimentos preparados (118,54 kg), seguido de leche y lácteos (109,43 kg), frutas frescas (90,63 kg), hortalizas y patatas (77,12 kg), agua envasada (62,65 l), carne (46,38 kg), refrescos (39,80 l) y pan (31,78 kg). A estas partidas hay que agregar 23,10 kg de productos pesqueros; 11,98 l de aceite; 8,49 l de vinos y sus derivados; 8,44 kg de huevos y 0,73 l de bebidas espirituosos.
Solo aumentó el consumo en el hogar de aceites (+3,1 %), agua envasada (+2,5 %), huevos (+0,8 %), resto de alimentación (+0,8 %) y hortalizas y patatas (+0,5 %).
El mayor retroceso fue para la compra anual de refrescos (-3,9%), por delante de la de vino (-3,2%), productos de la pesca (-2,8%), bebidas espirituosas (-2,8%), carne (-2,6%), pan (-2,4%) y fruta fresca (-2,1%).
Los españoles se decantaron por el supermercado y el autoservicio para adquirir alimentos y bebidas para consumir en el hogar (48,1% del volumen de compras), frente al 15,9% de las tiendas descuento, el 13,8% de la tienda tradicional, el 12,7% del hipermercado, el 9,5% de otros canales y el 1,3% del comercio por Internet.
Los lugares preferidos para la compra de alimentos frescos son los supermercados y autoservicios (36,6%) y las tiendas tradicionales (31%), y los supermercados y autoservicios (55,6%) y las tiendas de descuentos (19,1%) para el resto de los alimentos no frescos. El supermercado y el autoservicio subieron por volumen de compra un 1,9 % de cuota –el mismo porcentaje que perdió el hipermercado–, mientras que la de la tienda descuento se mantuvo y la de comercio tradicional descendió un 6,1%; los pedidos por Internet se tradujeron en la compra de un 12,4 % más de kilos/litros.
Respecto al consumo por productos, la compra de carne de conejo registró la mayor bajada porcentual (-16%), seguida de la de los vinos de aguja (-14,7%), los espumosos como el cava (-13,9%) y aceites diferentes al de oliva y girasol (-12,1%). En contraste, los españoles se decantaron más por la compra de patatas congeladas (+9,5%), vinos licorosos (+8,1%) y aceite de oliva (+4,3%).
