El mercado laboral sigue sufriendo los efectos de la pandemia y ha comenzado el año destruyendo empleo, lastrado por la tercera ola y las restricciones a la actividad para frenarla. Entre enero y marzo, España ha perdido 137.500 puestos de trabajo, según refleja este jueves la Encuesta de Población Activa (EPA). En cambio, el número de desempleados ha descendido en 65.800 personas hasta los 3,65 millones, lo que sitúa la tasa de paro en el 15,98 %.
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Lo cierto es que el primer trimestre del año es ya de por sí una mala época para el mercado laboral, porque coincide con el fin de los contratos de la campaña de Navidad. A esto hay que sumar, en esta ocasión, el impacto de las restricciones a la actividad económica, que han lastrado las expectativas de crecimiento para este trimestre, lo que también ha influido en que se frenase en seco la contratación en Semana Santa.
Estas variables han afectado en mayor medida a la ocupación: en el primer trimestre del año se destruyeron 137.500 puestos de trabajo, la mitad que en el mismo periodo de 2020 cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas. Se trata del peor arranque de un ejercicio desde 2014 si se deja a un lado el año de la pandemia. Por su parte, de enero a marzo el desempleo bajó en 65.800 personas, lo que llevó la tasa de paro a descender del 16,13 % al 15,98 %. Es el primer descenso en un primer trimestre desde el año 2015.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan, además, las secuelas que el coronavirus está dejando tras de sí en el mercado laboral: el número de hogares donde todos sus miembros están en paro sigue al alza. En el primer trimestre del año, se sumaron 29.200 hogares hasta los 1.226.200, su mayor cifra desde el primer trimestre de 2018.
Así, cuando se cumple un año de la irrupción de la pandemia, España cuenta con 474.500 ocupados menos, rozando los 19.207.000 trabajadores, y 340.900 parados más, hasta los 3.653.900. En este sentido, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que a cierre del trimestre protegían a 743.628 trabajadores, y la contratación en el sector público durante este periodo, con 149.400 personas más, han conseguido amortiguar estas cifras.
No obstante, estos descensos tanto en el número de ocupados como en el de parados también se han visto influidos por una caída de la población activa, es decir, aquella en edad de trabajar que tienen un empleo o lo están buscando. De enero a marzo se han descolgado de esa población activa un total de 203.400 personas hasta los 22.860.700. Mientras que, en el último año, la reducción se sitúa en 133.500 personas.
La crisis se ceba con las mujeres, los jóvenes y los mayores de 50
Tal como demuestra la EPA, la pandemia continúa afectando en gran parte a las mujeres y a los colectivos de menor y mayor edad. Los menores de 30 años representan el 28,8 % de los 3,65 millones de parados, mientras que los mayores de 50 años suman casi el 26 %. En este caso, el desempleo se está cronificando, ya que más de la mitad lleva más de un año sin encontrar un empleo.
Por sexos, la tasa de paro ha escalado con más intensidad entre las trabajadoras, hasta el 18,1 % registrado en este primer trimestre; frente al 14,1 % de los hombres. Una brecha de cuatro puntos, que se ha ensanchado desde la irrupción de la pandemia. No obstante, de enero a marzo, el desempleo femenino retrocedió en 37.700 mujeres, frente a una disminución del paro masculino de 28.100 varones. Asimismo, la destrucción de empleo registrada en el primer trimestre fue menor entre las mujeres: mientras que los hombres perdieron 84.800 puestos de trabajo entre enero y marzo, la ocupación femenina se redujo en 52.800 mujeres.
El desempleo en este periodo subió en todos los sectores, salvo en los servicios, con 97.500 parados menos. La caída se sustanció en el sector privado, con 155.800 empleados menos, mientras que en el sector público aumentó en más de 18.300 personas. Tal como ponen de manifiesto los datos, el ajuste se concentró en el empleo temporal, con un descenso de 168.600 personas, ya que los asalariados con contrato indefinido aumentaron entre enero y marzo en 31.300.
Por regiones, la mayor destrucción de empleo se registró en la Comunidad Valenciana y Andalucía, con 40.200 y 30.800 puestos de trabajo menos, mientras que los mayores incrementos se registraron en Madrid, con 40.400 más, y Cataluña, que suma 33.300. Madrid y Cataluña también fueron las comunidades donde se observaron las mayores caídas en el desempleo, con 50.300 y 38.200 parados menos, respectivamente, y los mayores aumentos se registraron en Galicia (15.700 más) y Castilla y León (9.900).
Cae el número de horas trabajadas
La EPA también revela un aumento en el número de ocupados «ausentes de su empleo» en la semana en que fueron encuestados, ya fuera por vacaciones (Semana Santa), horarios flexibles, mal tiempo (tormenta Filomena) o enfermedad. La cifra creció en 75.600 personas sobre el trimestre anterior hasta superar los 1,96 millones. Así, el número de horas efectivamente trabajadas se redujo un 1,56 % este trimestre, lo que anticipa una recaída del PIB de este periodo, cuyo dato se conocerá este viernes.
Además, entre enero y marzo se registró un considerable aumento del teletrabajo, impulsado por las Administraciones Públicas y las empresas como medida para frenar los contagios. En concreto, el 11,2 % de los ocupados -2.146.100 personas en total- trabajó desde su propio domicilio más de la mitad de los días de enero a marzo, frente al 9,9 % observado en el cuarto trimestre de 2020.
Sánchez cree que la recuperación avanza
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado su optimismo respecto a las cifras: «Vemos que a pesar de la situación tan compleja que pasamos [..] la recuperación sigue avanzando», ha señalado el presidente, recalcado que se trata de «la primera bajada del paro en seis años y la mayor de la serie histórica» y que «se han recuperado 600.000 empleos desde el inicio de la pandemia».
Los sindicatos, por su parte, insisten en acelerar los trabajos de la mesa de diálogo social sobre políticas activas de empleo para conseguir un acuerdo que permita su «remodelación» a fin de mejorar la creación de empleo y la inserción laboral, pues la EPA refleja un porcentaje de parados de larga duración, de difícil inserción en el mercado laboral, del 47 %. Además piden al Gobierno que se prorroguen las medidas de protección del empleo hasta que la economía empiece a recuperarse.
«Analizando los datos de la EPA de hoy se comprueba como la forma real y efectiva de reducir las cifras de paro y mantener y crear empleo es abriendo poco a poco los diferentes sectores económicos», ha remarcado el presidente de ATA, Lorenzo Amor. En cuanto al colectivo de autónomos, los datos son «malos», según la organización, ya que se ha registrado un descenso de 12.300 autónomos a lo largo del primer trimestre y de 29.900 en el último año.
