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Los datos confirman que Hacienda infla el presupuesto de ingresos

Los datos de avance de liquidación de 2016 publicados por Hacienda indican que la Agencia Tributaria recaudó 187.980 millones el año pasado, 5.540 millones menos de lo presupuestado. En todos los años del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la recaudación ha sido inferior a la presupuestada. Sin embargo, ello no hace mella en el optimismo gubernamental. Para 2017, Hacienda prevé recaudar un 7,8% más. Un aumento notable si se tiene en cuenta que la previsión oficial apunta a que el PIBnominal crecerá un 4%.

Registrar desvío negativo en el presupuesto de ingresos se ha convertido en algo sistemático, que sugiere que es probable que no se trate de un mero error. En los cinco años que lleva Mariano Rajoy en la Moncloa, nunca se ha cumplido la estimación de ingresos. El año pasado, se recaudaron 5.540 millones menos de lo presupuestado. En 2015, el desvío fue de 4.103 millones; en 2014, de 4.763 millones y, en 2013, de 9.013 millones. En 2012, el desfase fue solo de 159 millones, aunque ello se explica porque a mitad de ejercicio se aprobó la mayor subida del IVA registrada hasta la fecha. El desvío acumulado suma 23.578 millones.

Las cifras sugieren que Hacienda infla de forma recurrente los ingresos fiscales para cuadrar sobre el papel y ante Bruselas el objetivo de déficit. Con ello, evita que la Comisión Europea le exija mayores ajustes por el lado del gasto público. Los datos de avance de liquidación reflejan que, en 2016, la recaudación fue menor que la presupuestada en todos los impuestos que gestiona la Agencia Tributaria: IRPF, impuesto sobre sociedades, IVA e impuestos especiales. Todas estas figuras fiscales recaudaron más que el año anterior, pero el avance fue menor de lo estimado. Por ejemplo, en el IRPF, el Gobierno había previsto ingresar un 4,2% más y solo logró un 0,4% adicional. En el IVA es donde Hacienda hiló más fino. Este tributo aportó 62.494 millones, la mayor cifra jamás registrada y un 3,6% más. El Presupuesto apuntaba a un incremento del 3,9%. El optimismo se desbordó en el impuesto sobre sociedades, donde la previsión apuntaba a que el tributo generaría 24.868 millones, un 20%. En cambio, finalmente, se registró un incremento del 12,7% y porque el Gobierno improvisó medidas a finales de año como elevar los pagos fraccionados. En conjunto, la Agencia Tributaria elevó la recaudación un 3,2%, la mitad del 6,3% estimado.

A pesar de que todavía no se ha presentado un proyecto de presupuestos, Hacienda sí ha publicado una estimación de los ingresos para 2017. Y el optimismo no ha mermado. Hacienda prevé que este año recaudará un 7,8% más. La cifra parece un tanto excesiva. En 2016, el PIB nominal –que tiene en cuenta la inflación– creció un 3,7% y la recaudación lo hizo un 3,3%. Para este ejercicio, la previsión oficial apunta a un incremento del PIB nominal del 4% y, en cambio, Hacienda espera que la recaudación aumente un 7,8%. Salvo en el impuesto de sociedades, no se han producido cambios normativos que puedan justificar un incremento notable de la recaudación.

Los datos sugieren que se han vuelto a inflar las previsiones de ingresos. Llama la atención, por ejemplo, que el Gobierno estime que la recaudación del IVA aumentará un 9,3% este año, casi el triple que el ejercicio anterior. Hay que tener en cuenta que todas las proyecciones, incluidas las oficiales, apuntan a una desaceleración del consumo de los hogares. Es cierto que la inflación beneficiará la recaudación de un tributo ligado al consumo como es el IVA, aunque está por ver si hasta el punto de generar un incremento de casi dos dígitos los ingresos.

En el IRPF, donde no hay ningún cambio normativo relevante, Hacienda espera ingresar un 7,5% más. Si bien España seguirá creando empleo este año –lo que supone más nóminas y retenciones–, lo hará a un ritmo inferior al ejercicio anterior. El incremento del 7,5% que espera Hacienda supondría el mejor dato desde 2007.

En el impuesto sobre sociedades, el tributo que sigue una evolución más anárquica, sí que se han producido cambios legales de calado que tendrán efecto en la declaración anual que se presenta en julio. El Gobierno aprobó un real decreto en diciembre que restringió la posibilidad de compensar bases imponibles negativas y estableció la obligación de tributar por el deterioro de cartera deducido en el pasado. Con estas medidas, más el mantenimiento del incremento de los pagos fraccionados y la mejora de los beneficios empresariales, Hacienda confía en recaudar un 7,8% adicional, una cifra que teniendo en cuenta las medidas adoptadas resulta plausible.

Será a finales de este mes cuando el Ministerio de Hacienda publicará los datos de cierre de 2016 y, a pesar de que la recaudación fue inferior a la presupuestada, se confirmará que España cumplió el año pasado el objetivo de cerrar con un déficit del 4,6% del PIB. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que cuando se elaboraron los Presupuestos de 2016, el objetivo de déficit era del 2,8% PIB, cifra que se fue ampliando ante la evidencia de que no se cumpliría.