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¿Qué pasa con mi dinero en caso de independencia de Catalunya? 5 claves

La falta de antecedentes recientes hace que una declaración de independencia de Catalunya abra un escenario inédito e incierto en el sector financiero. Distintas fuentes bancarias sostienen que los clientes pueden estar tranquilos después de que los principales bancos catalanes hayan sacado su sede social de la comunidad. Sin embargo, algunos aspectos dependerían de la evolución de los acontecimientos.

¿Qué legalidad respetarían los bancos?

Como parece evidente que una declaración de independencia de Catalunya no sería reconocida por España ni por la Unión Europea, la pregunta fundamental es cuál sería la legalidad que reconocerían los bancos con actividad en la comunidad. En el sector aseguran que la española, no la catalana que pudiera emanar de las instituciones autoproclamadas soberanas. Ya en el 2015, las dos patronales financieras, la AEB y la CECA, defendieron que «en todo momento debe preservarse el orden constitucional y la pertenencia a la zona euro del conjunto de España».

¿Entonces por qué hay bancos catalanes que han trasladado su sede social?

Como España y la UE no reconocerían la independencia de Catalunya, los bancos con sede en la comunidad seguirían teniendo acceso a la imprescindible liquidez que suministra el Banco Central Europeo (BCE) y se mantendrían bajo la supervisión de este o del Banco de España, en función de su tamaño. Pese a ello, entidades como CaixaBank y Sabadell han trasladado sus sedes para tranquilizar a sus clientes y accionistas y frenar la fuga de depósitos y caída de la acción que estaban empezando a sufrir. En la región, de hecho, solo persisten dos pequeñas cooperativas de crédito no cotizadas: Caixa Guissona y la Caja de Ingenieros. El dinero es miedoso y huye de la incertidumbre.

¿Están en riesgo mis ahorros?

Una vez más, como la independencia no sería reconocida, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español -o algún caso, como el de ING, de otros país de la UE- seguiría garantizando 100.000 euros por cliente y entidad en todos los bancos con presencia en Catalunya (que guardan 189.665 millones de euros con datos de junio), no solo en los catalanes de origen. Es lo que se afirma en el sector, y además con lo que cuenta la Generalitat: «Eso es así porque una declaración de independencia no implica inmediatamente la creación de una Catalunya independiente ni su continuidad o exclusión de la UE. No olvidemos que para que el estado catalán quede fuera de la UE o el euro, tendrían primero que reconocer España su independencia, cosa que no sucederá a corto plazo».

¿Puede producirse un corralito?

Técnicamente no tendría por qué, pero el riesgo no se puede descartar del todo. De nuevo, las entidades financieras seguirán contando con la fundamental liquidez del BCE por el no reconocimiento de la independencia. Sin embargo, la diputada de la CUP Eulàlia Reguant propuso hace unos días un «control de capital y flujos de capital en Catalunya para garantizar, como mínimo durante un tiempo, dar la capacidad de funcionar a la república». También el Consell Assessor per a la Transició Nacional admitió en el 2013 la «posibilidad de un corralito», aunque en su caso lo veía como un fruto de que «la estrategia del Gobierno español de crear resistencia y la respuesta ciudadana en Catalunya puede llegar a crear una situación de inestabilidad financiera». Con todo, los bancos aseguran que si recibieran la instrucción de bloquear las salidas de fondos por parte de una Generalitat autoproclamada independiente no la respetarían porque sería ilegal según la normativa española y creen que el Govern no tendría capacidad para imponerlo. En cambio, sí sería un problema que cundiera el miedo y los clientes comenzasen a sacar en masa el dinero de los bancos: ello desestabilizaría al sector financiero y perjudicaría seriamente la economía catalana y española, y con ello a sus ciudadanos. En ese escenario improbable y peligroso, cabe la posibilidad de que se decretase un corralito, pero parece muy complicado que suceda.

¿Qué pasaría si la Generalitat lograse imponer una independencia real sin acuerdo con España?

Parece un escenario improbable, vista la posición de España y la UE, y teniendo en cuenta que el propio Artur Mas ha reconocido que Catalunya no está preparada para una «independencia real». Pero llegado el caso, la situación para los clientes bancarios sería mucho más compleja. La Generalitat cuenta con que el FGD español siga cubriendo los depósitos catalanes hasta que se cree un FGD catalán, y espera acordar con el Gobierno central que este último reciba los fondos que corresponden a Catalunya del fondo estatal. Pero no está nada claro que el Ejecutivo de Rajoy lo aceptase. El Govern asegura, asimismo, que las entidades con presencia en Catalunya podrían acceder a la liquidez del BCE, pero también hay serias dudas al respecto.