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Transporte, calzado o inteligencia artificial: jóvenes emprendedores cuentan cómo ha sido arrancar sus negocios

Actualizado 14/01/2018 10:16:07 CET

   MADRID, 14 Ene. (EDIZIONES) –

   ‘Emprender es un verdadero reto’. Esta frase, que hemos escuchado en multitud de ocasiones durante los últimos años de recesión, tiene un especial significado para todos aquellos que han experimentado en sus propias carnes cómo es eso de arrancar un negocio desde cero.

Cinco jóvenes españoles nos cuentan cómo ha sido esta experiencia para ellos:

  Pablo Recuenco, Álvaro Rodriguez y  Álvaro Patón, fundadores de Morrison

 Pablo Recuenco (27 años): MORRISON

   Morrison es una marca unida por la amistad. La firma de calzado ‘made in Spain’, que el pasado año facturó más de 400.000 euros, es el proyecto de tres socios y amigos. Pablo Recuenco, Álvaro Patón y Álvaro Rodriguez están unidos por una amistad que dura más de 13 años y desde hace dos años, también por un negocio.

   «Ver el fenómeno Hawkers fue el punto de partida», indica Pablo Recuenco a Europa Press, quien por su calidad de periodista se encarga de las relaciones con la prensa en una empresa en la que cada uno de sus socios fundadores ha optado por adoptar el ‘rol’ que mejor encaja con su formación universitaria y experiencia profesional previa. De hecho, los tres fundadores no dejaron su trabajo para dedicarse íntegramente a su proyecto hasta hace dos meses, más de un año y medio después de haber saltado al mercado en junio de 2016.

   «Somos unos apasionados del mundo de las zapatillas y por eso decidimos montar la marca», explica Recuenco, que recalca que el primer paso y uno de los más complicados fue poner en marcha una campaña de ‘crowdfunding’. «No queríamos pedir dinero a nadie de nuestro entorno», señala el fundador de Morrison, que apunta que además de haberles servido para financiarse, este método les sirvió para testar el mercado y como campaña de promoción.

   Para Recuenco, haber superado el plan de micromecenazgo, junto a lograr una colaboración con la cervecera Mahou a través de la que se hicieron 2.500 pedidos de zapatillas, es el principal logro de la compañía hasta el momento. De hecho, insiste en una recomendación a los que estén pensando en dar el salto: explorar el ‘crowdfunding’. «Es una fórmula que te da mucha más independencia», recalca el joven empresario.

   Para conseguir impulsar Morrison, los tres amigos se han visto obligados a vivir todos juntos y a dedicar muchas horas de trabajo tras sus jornadas laborales por cuenta ajena. «Se podrían cambiar muchas cosas en nuestra trayectoria, pero el hecho de habernos equivocado como lo hemos hecho nos ha convertido en mejores profesionales», expresa Recuenco. Él no se imagina un trabajo por cuenta ajena que pueda generar tanta pasión como emprender.

   Yaiza Canosa, (24 años): GOI

   Yaiza Canosa es una experta en el arte de emprender. Con Goi (Madrid, 2016), su compañía dedicada al transporte, instalación y montaje de productos voluminosos, ya van cuatro las empresas que llevan su sello, y también participa como socia minoritaria en algunas más.

   Esta coruñesa fundó su primera empresa con tan solo 16 años. Se define como una persona que busca siempre la esencia de las cosas, para, a partir de los pilares, «detectar las necesidades y aportar soluciones».

   Para Canosa, lo más difícil de emprender es lidiar con la frustración y la incertidumbre cada día. «El principal reto es mantenerte en calma», explica la joven empresaria, que indica que permanecer en un punto intermedio entre la euforia y el fracaso puede resultar muy difícil.

   A pesar de las dificultades que ha añadido su juventud al reto, Canosa defiende que no se imagina haciendo otra cosa que no sea emprender. Con Goi ahora está centrada en conseguir su próximo objetivo, la internacionalización pero cree que seguirá emprendiendo durante los próximos años.

   «No hay otra cosa que me haga feliz», asegura la joven, e invita a quienes estén empezando un proyecto a tomar sus propias decisiones. «Mi consejo es que se sientan libres, que busquen el orgullo en lo que ellos pueden conseguir», concluye la gallega.

   Lorién Berné (25 años): FLIGHT LABS

   Lorién Berné acaba de estrenarse como emprendedor. A sus 25 años el pasado julio de 2017 fundó Flight Labs, una compañía especializada en el procesamiento de datos a través de inteligencia artificial que ha desarrollado el proyecto ‘Horus’. Esta tecnología es capaz de detectar fallos en placas solares sobrevolándolas con un dron reduciendo los tiempos de inspección en grandes plantas desde un mes hasta unas pocas horas.

   Aunque ahora tiene un socio, el joven se lanzó a emprender en solitario dejando por el momento apartado su grado en Ingenería Aeroespacial, del que solo le queda la realización del proyecto. «Mi intención siempre ha sido emprender«, explica Berné, que asegura que se lanzó a hacerlo cuando detectó una necesidad real en el mercado.

   Para dar forma a Flight Labs, Berné recurrió a sus propios ahorros y en menor medida, a la ayuda de sus padres, además de contar con el soporte de Amazon, desde dónde le han proporcionado servidores.

   «Lo más difícil a nivel personal es separar la vida laboral de la personal», indica el emprendedor, que explica que montar una empresa te consume todo el día y muchas energías. «A nivel profesional, lo más complejo es que tienes que ser varias personas a la vez. Cada día tienes que ponerte un sombrero nuevo«, expresa Berné. Asegura que cuando intentas crearte un hueco en el mercado debes ser polifacético: un día debes ser ingeniero, al otro comercial y después contable.

   «Para esto no hay fecha límite y tienes que ser tú mismo quién se anime cada día», defiende el fundador de Flight Labs. Berné aconseja a quienes estén pensando en emprender hacerlo tras haberlo meditado mucho: «Si tienes dudas, mi consejo es que no lo hagas«.

   Ana Sepúlveda (28 años) y Esther Molina (31 años): WILDCOM

Ana Sepúlveda y Esther Molina, fundadoras de WILDCom

   Ana Sepúlveda y Esther Molina son dos periodistas que tienen muy clara su vocación por la profesión. Ambas son colaboradoras en distintos medios de comunicación dónde hablan con y sobre emprendedores.

   A mediados de 2017 dieron un paso más en sus carreras y formaron WILDCom, una agencia de comunicación que gestiona las relaciones de distintas compañías con los medios y se encarga de la organización de talleres de comunicación en los que dan herramientas a emprendedores, pymes y ‘startups’ para que puedan llegar mejor a la prensa.

   Su principal dificultad ha sido burocrática, ya que para financiarse, además de recurrir a una pequeña inversión inicial hecha por ellas mismas, su negocio cuenta con clientes desde su creación.

   A nivel personal estas expertas en emprendimiento coinciden con otros entrevistados: «Lo difícil es compaginar WILDCom con la vida personal», expresa Molina. Sepúlveda está de acuerdo con su socia y recalca la falta de tiempo del emprendedor: «Si el día tuviera 33 horas, nosotras seguiríamos necesitando más«.

   Para estas profesionales emprender es una aventura y los emprendedores son unos valientes. «Mi consejo a quienes estén pensando en emprender es que hagan lo que les encante, porque vas a dedicarle muchas horas y es difícil que las cosas salgan bien», indica Sepúlveda. Molina añade que lo intenten: «Que lloren un poco si las cosas no salen como ellos esperan, pero con el fin de volverlo a intentar, porque de los errores se aprende mucho».