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Uber pierde la licencia para operar en Londres

La Autoridad de Transporte asegura que ha detectado brechas en su seguridad potencialmente peligrosas para los clientes

Palo, y de los gordos, para Uber. La Autoridad de Transporte de Londres ha anunciado que no va a renovar la licencia de la plataforma para operar en la capital británica, lo que supone un duro contratiempo para la compañía americana, que ha anunciado que apelará la decisión, para lo que cuenta con un plazo de 21 días. Hasta que la apelación se resuelva, la compañía podrá continuar trabajando en la ciudad del Támesis.

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Transportes de Londres aludió a «varias brechas que han puesto en riesgo la seguridad de los pasajeros» como motivo para no renovar la licencia de la compañía, que expira a medianoche de hoy. El organismo público ha asegurado que no tiene confianza en que estos sucesos no se repitan en el futuro, lo que le ha llevado a retirarle la licencia a la plataforma americana, según informa Ap.

Uber se ha defendido asegurando que la decisión de las autoridades londinenses es «extraordinaria y errónea». «Hemos cambiado nuestro negocio en los últimos dos años y cumplimos con los estándares de seguridad». De hecho, asegura que hace dos meses Transporte no encontró ningún problema que tuvieran que solucionar.

Transporte de Londres ha mantenido una cada vez mayor vigilancia sobre Uber. En septiembre, le renovó la licencia para operar sólo por dos meses y le impuso unas estrictas condiciones sobre la seguridad de los pasajeros y sus agresivas tácticas empresariales. La Autoridad de Transporte ha asegurado que uno de los puntos clave de la decisión para retirarle el permiso para operar es un cambio en el sistema de Uber que permitía a conductores no autorizadas descargarse las fotos y las cuentas de otros conductores. Esto les permitía captar viajeros aunque no fuera el coche de Uber que había sido reservado, algo que ha ocurrido en al menos 14.000 viajes, según han explicado las autoridades británicas. Algunos pasajeros viajaron incluso con conductores sin licencia, incluidos algunos a los que la Autoridad de Transporte se le había revocado.