Inicio Ecuador 20 minutos atados y bajo amenazas | El Diario Ecuador

20 minutos atados y bajo amenazas | El Diario Ecuador

 Han pasado varios días desde que los delincuentes lo despertaron para amarrarlo de pies y manos mientras desvalijaban su casa.

Es, como él mismo dice, que nadie espera ser asaltado y, mucho menos, en su casa.

Lo ocurrido lo llevó a tomar correcciones en la seguridad para evitar que la acción se repita.

Manuel saca como conclusión que el asalto que sufrió no fue del momento y que respondió a un estudio a su persona.

La noche que lo atacaron, los pillos se ensañaron contra él. Los otros ocupantes de la casa (amarrados dentro de una habitación) no fueron golpeados.

Sorpresivo. Manuel habita en un edificio de cuatro pisos en la ciudadela Los Tamarindos, de Portoviejo.

Hace unas semanas, los malandrines rompieron los candados y la cerradura alrededor de las 03h40.

Entraron a la planta baja y se encontraron con el garaje, sala y comedor; avanzaron al segundo piso, donde están las habitaciones. Todas tenían las puertas cerradas, pero los ladrones las rompieron al mismo tiempo, como para tomar a los ocupantes por sorpresa y evitar que se pusieran a buen recaudo.

Armados. En un dormitorio estaba la pareja con su hijo de 7 años. Los adultos fueron atados de pies y manos y cubiertos con una sábana; al niño lo dejaron a su lado no sin antes advertirle que harían daño a sus padres si fugaba o pedía ayuda.

El comerciante cuenta que dormía y de pronto sintió que lo agarraron del cuello y lo lanzaron al piso. Quiso alzar la cabeza pero apenas vio el brillo del cañón de una ametralladora que golpeaba su frente.

Manuel se desvaneció por unos minutos. La sangre salía profusamente por la herida. Alguien le puso la rodilla en la nuca y le impidió alzar la cabeza. A Manuel el momento se le hizo eterno pues no sabía qué hacían con su hermana, cuñado y sobrino en la otra habitación. 

Por su mente pasaron varias ideas, ninguna buena. Entre 20 y 25 minutos permaneció aislado.

A lo lejos escuchaba a los pillos buscar los objetos de valor y sustraérselos. El botín robado está entre 9 y 10 mil dólares.

“Saldré un momento, si te has movido al regreso entonces te pego un tiro”, le advirtió el custodio antes de alejarse. Manuel sólo obedeció.