Inicio Ecuador Durante diez años usó químicos para estar ‘volando’ | El Diario Ecuador

Durante diez años usó químicos para estar ‘volando’ | El Diario Ecuador

 Lo que comenzó como una travesura la hizo su forma de vida. El menor, de 14 años, no se tuvo compasión jamás y puso en práctica lo aprendido en la esquina, donde sus amigos los “callejeros” establecieron normas para pasar de sol a sombra. 

Según Isaac, la inquietud propia de la adolescencia se vio interrumpida. El cariño hacia la pelota de fútbol y los cuadernos fue reemplazado por afecto a la vía pública, donde conocidos con sustancias en los bolsillos compartían una 

parte para sentir cosas nuevas. 

El tiempo pasó y esa “novedad” envolvió al portovejense durante diez años. Su madre, en base a súplicas, logró abrirle los ojos y mostrarle la parte hermosa de la vida a la que él renunció, y que incluso estaba a tiempo de enrumbarse por el camino del bien.

Bandido. El 7 de abril del 2018 Isaac fue llevado en contra de su voluntad a la comunidad terapéutica La Puerta de Al Ghani, de la ciudadela El Maestro, en cuyo primer mes se esforzó al máximo para ganarse la antipatía de sus compañeros.

“Buscaba ser expulsado para volver a lo mío, ya que allí no me permitían una pizca de nada malo”, declaró.

Cedeño argumentó que llegó pesando 70 kilos y tras siete meses de cumplir la primera parte del tratamiento, pesó 130 kilos.

Un año sin drogas, con dieta balanceada y una rutina de ejercicios, lo llevaron a ganar la figura que nunca había tenido.

El haber aceptado el cambio lo llevó a creer en sí mismo y fortalecer el tratamiento. En el pasado quedaron los recuerdos ingratos del muchacho que se cansó de robarle a su familia y sus hermanos.

El nivel de consumo fue tan rutinario, que Isaac lo puso en la cima de sus prioridades. No comía, pero se metía drogas de lunes a lunes, no había fecha en el calendario por quién parar, dijo.

La calle reemplazó su cama y los conocidos de la gallada, los esquineros, se transformaron su familia. “Sólo me faltó inyectarme las lágrimas de mi madre”, sostuvo Cedeño.

Ignacio Navarrete, representante de la comunidad, manifestó que él éxito radica en un tratamiento multidisciplinario, teniendo como eje el área psicológica-clínica, así como trabajo social y terapéutica. 

Contamos con el apoyo de personas que se han recuperado por medio de la terapia espiritual y ocupacional. 

“La persona reconoce su valía y lo que representa para los demás”, citó.