Dos de cuatro imputados por secuestrar y torturar hasta la muerte a un niño de 13 años fueron declarados hoy culpables de los delitos y los otros dos absueltos por un tribunal oral de la ciudad de Temuco, en el sur de Chile, según informaron fuentes judiciales.
Tras un juicio que se prolongó durante 25 días, el tribunal declaró culpables de los delitos de sustracción de menores con homicidio y sustracción de menores con graves daños, a Pablo Morales Correa y Abraham Bravo Palma, en tanto absolvió a Víctor Chanqueo Moya y Johana Mora Vilugrón, precisaron las fuentes,
El crimen ocurrió en Temuco, 672 kilómetros de distancia de Santiago, en diciembre del 2016 y fue motivado por la sospecha de que la víctima, Alan Peña, había abusado sexualmente de una pequeña hija de Morales, de cinco años, lo que resulto ser falso.
La víctima vivía en la calle vendiendo calendarios para subsistir, aunque estaba en el sistema de protección del Servicio Nacional de Menores (Sename), pero acostumbraba a escaparse del establecimiento en que debía permanecer.
Alan Peña fue agredido en la calle y llevado a una casa donde fue torturado durante doce horas, hasta que murió, para forzarlo a confesar el supuesto abuso; su cadáver fue encontrado debajo de una cama, envuelto en una frazada, junto a un colchón ensangrentado, un cinturón de cuero y un martillo con los que había sido golpeado.
Según el expediente, Alan Peña era un niño autista, con el síndrome de Asperger y que por su condición su umbral de dolor era más alto, por lo que sus victimarios optaron finalmente por asfixiarlo, para lo cual emplearon una bolsa de nailon y una almohada.
La Policía detuvo rápidamente a los cuatro imputados, que permanecieron desde entonces en prisión preventiva.
La sentencia contra los dos condenados se conocerá el próximo 9 de junio. Para Morales la Fiscalía ha solicitado cadena perpetua. EFE
