El sentenciado es Winston Gorozabel Chiquito, quien fue declarado culpable en un juicio en Manta, informó la fiscal Ginger Mesías.
La funcionaria manifestó que el atentado se produjo el 5 de octubre del 2010 en una zona despoblada del barrio Elegolé.
El acusado invitó a su esposa a pasear por el centro de Manta, pero al salir de su hogar se desvió de camino y la llevó a un terreno baldío, donde le dio más de 20 garrotazos con el bate de béisbol. También le dio varias puñaladas. La mujer quedó inconsciente entre unos matorrales. Luego del atentado, Winston Gorozabel Chiquito llamó a un pariente a informarle que había matado a su pareja y que fueran a recogerla cerca de la cancha de Elegolé, dijo la fiscal.
La mujer fue hallada con vida cerca de un basurero con cortes en la cara y golpes en las piernas. Sus parientes la embarcaron en una camioneta y la llevaron al área de Emergencia del hospital, donde estuvo siete días en terapia intensiva al borde de la muerte. Ella presentaba una hinchazón en el cerebro que le impedía despertar. Luego recobró la conciencia y le contó a su familia que su pareja quiso asesinarla por celos.
La mujer estuvo internada más de un mes en el hospital Rafael Rodríguez Zambrano y cuando le dieron el alta decidió denunciar a su pareja en la Fiscalía.
En un principio, el caso fue archivado, pero un juez pidió que el proceso sea investigado nuevamente y el expediente recayó en manos de la fiscal Ginger Mesías. “Se impulsó una investigación transparente y después de diez años se hizo justicia para la víctima. En el proceso se estableció que el acusado golpeó a su esposa con un bate por reiteradas ocasiones en la cabeza y luego la arrojó al terreno baldío, creyendo que la había dejado muerta”, expresó la fiscal.
Mesías manifestó que la investigación demoró diez años en resolverse porque Winston Gorozabel Chiquito estaba prófugo y fue detenido en octubre del año pasado, en un operativo organizado por la Policía Judicial de Manta. El acusado fue condenado con el antiguo Código Penal en el que primero se daba a conocer la culpabilidad y después la condena. La sentencia emitida por los jueces dice que el procesado fue sancionado a la pena máxima por el delito de tentativa de asesinato y deberá pagar la condena en la cárcel El Rodeo, de Portoviejo.
Además debe pagarle cinco mil dólares a la víctima como reparación de los daños ocasionados. Debido a los garrotazos, la mujer sufre de dolores de cabeza de forma constante. “La víctima debe tomar medicamento de por vida y por ese motivo los jueces resolvieron que sea indemnizada”, agregó la fiscal.
