Según versiones de sus compañeros, Pedro Jaime se encontraba a un lado de la carretera cuando ocurrió la tragedia.
El conductor de una retroexcavadora se disponía a dar la vuelta de la maquinaria cuando, accidentalmente, habría golpeado a su compañero en la cabeza, dijeron los testigos.
El cuerpo de Jaime quedó tendido en el suelo. Varios obreros que se encontraban cerca del lugar acudieron para tratar de reanimarlo, pero nada pudieron hacer, pues confirmaron que ya estaba sin signos vitales.
“Fue imposible poder salvarle la vida. Lamentablemente los golpes que recibió Pedro fueron fuertes, eso le provocó la muerte al instante”, comentó uno de sus compañeros.
Hasta el sitio llegaron agentes de Criminalística, de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestro de Personas (Dinased) y el fiscal de turno, Javier Pucha, para realizar el levantamiento del cadáver, que fue llevado a la morgue del cantón
para practicarle la autopsia.
Fredy Montiel, agente de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), dijo que la muerte del trabajador al parecer no fue intencional.
Además confirmó que el conductor de la maquinaria se dio a la fuga.
El fallecido laboraba en una empresa de construcción y era oriundo del cantón Pedro Carbo (Guayas), dijo su familia.
El difunto deja en la orfandad a una menor de edad. Su cuerpo fue llevado hasta su cantón de residencia para su velatorio y posterior sepelio.
