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La muerte de un taxista descansa en el escritorio | El Diario Ecuador

 El 4 de marzo del 2018, Erika Vera debió transformarse en padre y madre para sus cincos hijos, ya que el progenitor de ellos fue asesinado en el interior del taxi informal en el que laboraba.

Desde entonces, según dijo, libra una batalla para lograr que el único sospechoso del crimen pague por lo que hizo.

“Quiero evitar que otras familias vivan lo que nosotros hemos atravesado”, mencionó, mientras contemplaba la foto del amor de su vida.

Vera y sus hijos se mudaron a Portoviejo (vivían en Manta), porque tras la muerte de Jhonny Zambrano la economía del hogar sufrió un revés. Ella y sus vástagos se vieron obligados a suspender sus sueños y esperar mejores días.

Ahora está enfocada en desempolvar el caso y lograr una sentencia justa. “Veo a las autoridades dudosas, pero se olvidan de que ese sujeto es una amenaza para la sociedad y dejarlo en la calle es ubicar una bomba de tiempo en la vía pública”, dijo.

Caso. Fue un domingo cuando se produjo la muerte del taxista informal, a las 07h15. Instantes previos había dejado a su cuñada en el hospital Rodríguez Zambrano, donde trabaja. 

El tiempo del hecho de sangre está cronometrado, pues la pariente de Zambrano Mendoza ingresaba a las 07h00, previa marcación del reloj biométrico.

Evidencia. El recorrido del vehículo era del barrio María Auxiliadora al hospital, pero una vez que dejó a la cuñada, cuando se dispuso a volver, en el trayecto un hombre le solicitó los servicios. 

Entonces Jhonny paró la marcha del automotor y el cliente subió. 

Metros más adelante, sobre la vía Circunvalación, en la entrada al barrio Las Cumbres de Manta, fue atacado. 

Un testigo vio al conductor defenderse, pero tres heridas en el pecho originaron su muerte en cuestión de segundos.  Su última conexión de WhatsApp fue a las 06h52 y desde ese tiempo no contestó ningún mensaje ni llamada a su esposa, causando preocupación. Fue en la tarde, cuando la familia fue al Centro Forense y encontraron el cuerpo.

El presunto asesino paga una condena de cinco años por otro delito, pero el proceso del caso del taxista se encuentra estancado.