El accidente de tránsito se registró el viernes 8 de febrero, mientras el adulto mayor caminaba hacia su vivienda, en El Florón, para almorzar.
Pero en el trayecto, de acuerdo a sus familiares, un sujeto a bordo de una motocicleta, que iba haciendo piruetas, perdió el control del vehículo y se fue sobre la humanidad de Alarcón.
El hombre quedó lastimado y fue llevado a la emergencia del hospital Verdi Cevallos, de Portoviejo. Los galenos, tras los exámenes, certificaron la gravedad del caso.
Luis Alarcón, uno de los hijos, expresó que jamás pudo salir del coma y fue enviado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Verdi Cevallos y luego a una clínica privada, en Manta, que presta servicios al Ministerio de Salud.
A casa. Fue el lunes último que los galenos de la clínica mantense dieron el caso por perdido, y recomendaron a sus parientes el traslado a su domicilio para esperar su fallecimiento.
Y en efecto, a las 17h30, a los pocos minutos de haber llegado a su morada, Manuel Ramón abrió los ojos, movió la cabeza de un lado a otro, y murió en el calor de su hogar.
Confirmado el deceso, los allegados informaron a las autoridades y procedieron con el traslado del cuerpo al centro forense de Manta para la autopsia.
Trabajo. Manuel Alarcón trabajaba como albañil y el día que fue atropellado acudió a la casa de una de sus hijas para mejorar varias paredes afectadas por los temblores. El trabajo tomaría varias semanas, y ese era su primer día laborable en la obra que había tomado.
Luis Alarcón, en nombre de su madre y hermanos, dijo que esperan que la muerte de su progenitor no quede en la impunidad.