La Fiscalía General detalló ayer que los restos son de 17 hombres y 4 mujeres, y 18 de ellos se encontraban en bolsas de plástico que fueron enterradas en el lugar, aunque ninguno de los cuerpos ha sido identificado por ahora.
El pasado 13 de julio fue encontrada una casa ubicada en la colonia (barrio) Santa Cruz, en la que estaban los cuerpos de tres hombres sin vida atados con esposas en las manos y el rostro cubierto con cinta.
Durante varios días de excavaciones en el patio de la casa los peritos hallaron varias bolsas con restos humanos que posteriormente fueron llevadas al Servicio Médico Forense (Semefo) para determinar a cuántas personas pertenecían.
La fiscalía había informado que la casa fue encontrada durante un patrullaje que policías federales realizaban por la zona a mediados de julio, y en el que identificaron a un hombre que custodiaba la entrada con un arma al hombro.
Al ver a los policías, el sujeto huyó y dejó la puerta de la finca abierta. Al ingresar, los uniformados descubrieron los cuerpos de tres hombres sin vida que estaban atados con esposas en sus manos y el rostro cubierto con cinta.
La finca fue acordonada por la Fiscalía tras el término de la excavación.
El estado mexicano de Jalisco es uno de los más afectados por la violencia generada por los grupos de narcotraficantes que se disputan el control de las rutas de las drogas, y habitualmente se hallan cuerpos abandonados en bolsas y en casas de la región.
Hasta finales del 2018, el servicio médico forense de Jalisco tenía bajo su resguardo al menos unos 322 cadáveres abandonados, en cuya identificación trabaja la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Gobierno federal.
