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Alumnos satisfactorios pero no excelentes

Los alumnos catalanes mantienen un nivel satisfactorio pero no excelente en las competencias básicas de Primaria y Secundaria, según los resultados de las evaluaciones realizadas este curso, “convulso y con muchas dificultades exógenas al sistema educativo”, según lo ha definido el secretario de Polítiques Educatives, Carles Martínez.

Las medias de las pruebas de sexto de Primaria, realizadas entre los días 8 y 10 de mayo, entre los alumnos de la escuela pública, privada y concertada, arrojan resultados por encima de los 70 puntos en todas las materias, una puntuación “plenamente satisfactoria” para la Conselleria d’Ensenyament. Matemáticas, con un 79,2 puntos; lengua castellana (77,0), lengua inglesa (76,3) y lengua catalana (73,9) quedan muy por encima de los justitos 70,2 puntos de Medio Natural, en el primer año que el conocimiento sobre este temario entraba en las pruebas.

En las pruebas de cuarto de ESO, realizadas en febrero, la nota más alta la alcanza la lengua castellana (77,3 puntos), seguida de la catalana (76,8) y la inglesa (73,9). Por debajo del umbral de los satisfactorios 70 puntos quedan Matemáticas (68,5 puntos) y la competencia científico-tecnológica (66,1 puntos). Esta última, destacan los responsables de Ensenyament, implica varias asignaturas, desde biología a física y química pasando por tecnología, lo que hace que sea una competencia transversal imposible de ceñir a un área concreta.

«Mejorar este punto requiere poner de acuerdo a varias áreas”, señala Martínez, que también explica el bajón en matemáticas entre Primaria y Secundaria por las diferencias de planteamiento de la asignatura. “Está más asociada al cálculo en Primaria mientras que en Secundaria implica una capacidad abstracta que igual no todos los alumnos han adquirido”, justificó. En secundaria, frente al resto de competencias, donde la mayoría de alumnos se concentran en la parte alta de la tabla, las notas han sido bastante iguales en todos los tramos y por tanto la media está muy repartida.

Pocas diferencias

En general, las notas entre el 2013 y el 2018 no arrojan demasiadas sorpresas y se mantienen con pocas diferencias excepto en el caso del inglés donde ha habido una mejora significativa, sobre todo en Secundaria, con un aumento de casi siete puntos en los últimos seis años.

“Ahí se ha notado el aumento de las extraescolares (el 73%-74% de los alumnos, y el uso diario de internet en inglés, así como las canciones”, explicaba el presidente del Consell Superior d’Avaluació del Sistema Educatiu, Joan Mateo. Para el alto cargo, comparados con las evaluaciones que realiza el British Council (los famosos exámenes de Cambridge), “nuestra prueba tiene un nivel un poco más alto, y el 67% de los alumnos tenía un nivel B o más”. Sin embargo, admitió que esto tenía mucho que ver con la capacidad adquisitiva de las familias y no con méritos propios del sistema educativo.

Por ello, Martínez destacó el interés del departamento en ofrecer más clases de asignaturas en inglés. Concretamente, propuso realizar las Ciencias Sociales de primero y segundo de la ESO íntegramente en inglés, o “al menos algunas unidades didácticas”. “Hemos probado esto en algunos colegios y la mejora es espectacular”, dijo.

En cuanto a territorios, y aunque no hay grandes brechas, Tarragona es la zona con notas más bajas, sobre todo en Secundaria, mientras que Lleida, Barcelona y Terres de l’Ebre son las que presentan mejores resultados. Desde Ensenyament atribuyen el caso tarragonés a la “gran diversidad social” y sus opuestos, a la mayor uniformidad en las clases, y al efecto ciudad, que eleva el nivel general por las altas concentraciones de centros de excelencia.