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Entrevista: Julio Hernández Rodríguez, candidato a rector de la UNED

A pocas horas de agotarse el plazo de votación para elegir el nuevo rector de la universidad más grande de Europa, Julio Hernández, candidato a rector, responde a las preguntas de LA RAZÓN. Destaca como una de las grandes fortalezas de la UNED su carácter semipresencial, aunque cree que la universidad necesita un nuevo impulso teniendo en cuenta que nos hallamos en un escenario más competitivo por el aumento de la oferta de enseñanzas on line. La financiación debe seguir siendo pública, aunque eso no sea imcompatible con aportaciones privadas.

– ¿Por qué decidió presentarse como candidato a rector de la UNED?

– Porque creo que puedo contribuir a superar el momento especialmente delicado en el que se encuentra la UNED y conseguir que la comunidad universitaria recupere la confianza necesaria para resolver los problemas organizativos y económicos que comprometen nuestro futuro como universidad. La oferta de enseñanzas on line ha aumentado en los últimos años, y nosotros no hemos hecho todo lo necesario para adaptarnos con solvencia a este escenario más competitivo. Confío plenamente en la capacidad de la UNED de mantener el liderazgo en la enseñanza a distancia, pero para ello necesitamos un nuevo impulso con una adecuada orientación estratégica. Es posible, con un buen equipo de gobierno, recuperar el tiempo perdido y reforzar nuestra posición en el sistema universitario españo

-¿Qué cambios necesita abordar la universidad más grande de Europa?

– Necesitamos emprender inmediatamente diversas acciones que den lugar a cambios en la financiación de la UNED, en la promoción y reposición de la plantilla de personal docente e investigador, en la motivación y el reconocimiento del personal de administración y servicios, y en la actualización de los recursos tecnológicos. Si gano las elecciones, al tiempo que emprendo inmediatamente las tareas de composición y organización de mi equipo, solicitaré una cita al Ministro de Educación para exponerle de manera realista la situación en la que se encuentra la UNED, aportando un primer informe que incluya las principales dificultades que afrontamos. El respaldo del Ministerio de Educación es clave para que podamos negociar un aumento de la aportación pública a nuestra Universidad.

-¿Cómo deben financiarse las universidades de cara al futuro?

-Considero que las universidades públicas se deben financiar fundamental y mayoritariamente mediante recursos públicos que permitan a una parte importante del alumnado disfrutar de becas con diferentes niveles de cobertura (unas concedidas por méritos, y otras en función de la carencia de medios). Encaminarse hacia una mayor financiación por matrículas es disminuir el carácter público de nuestras universidades y hacer más difícil la igualdad de oportunidades. La financiación predominantemente pública no es incompatible con la existencia de aportaciones privadas, pero éstas no deberían ser causa de restricciones en la financiación pública. Todo lo contrario; el logro de financiación privada (por servicios, investigación, donaciones, etc.) debería ser primado mediante incrementos proporcionales de los recursos públicos. Y estos últimos deberían tener una parte variable en función de los resultados no tanto cuantitativos (mayor número de egresados), sino cualitativos (mayor calidad de los egresados y rendimiento de la investigación).

-¿Cómo debería ser la gobernanza universitaria?

– Un análisis comparativo y mínimamente exhaustivo de los méritos de los distintos modelos de gobernanza universitaria nos llevaría tiempo, pero quizá lo más importante es que, sin menoscabo de la autonomía universitaria, todo ellos deben facilitar la consecución de resultados previamente consensuados por los órganos de gobierno y participación de la sociedad en la Universidad. Un buen modelo de gobernanza debería también asegurar la transparencia de la gestión, entendiendo por ella no solo la puesta a disposición de multitud de documentos, sino la elaboración de esos documentos de tal manera que la gente puede entender su contenido. Sin transparencia no hay rendimiento de cuentas ni confianza, piezas fundamentales para trabajar bien y rendir al máximo.

-¿Los universitarios españoles están bien preparados?

-En general, sí. Hay titulaciones, como la de medicina o las ingenierías, en las que los titulados españoles tienen un prestigio internacional reconocido. En estas titulaciones se exige una intensa dedicación inicial a los fundamentos, cuya aplicación se aprende posteriormente. Su reconocimiento va de la mano de su exigencia. La formación en otras titulaciones quizá no destaque tanto internacionalmente, pero nada indica fiablemente que sean de menor calidad que en otros países de nuestro entorno, o que ofrezcan una cualificación insuficiente para desarrollarse con éxito en el ámbito profesional correspondiente, más bien todo lo contrario.

-¿Tiene la misma formación un universitario que opta por la modalidad on line que otro que cursa sus estudios de manera presencial?

– El gran éxito de la UNED y su prestigio en el panorama de la educación superior española, y aun internacional, han dado lugar a la reciente aparición de diversas universidades on line, cuyo modelo educativo se sustenta, básicamente, en el uso de tecnologías de apoyo a la docencia. En este contexto, la gran fortaleza de la UNED y su elemento distintivo más competitivo es su modelo educativo de carácter semipresencial. En cuanto a las diferencias entre la formación universitaria on line y la presencial, hay algunas diferencias significativas entre las dos modalidades que merece la pena destacar. Por ejemplo, la formación on line puede ser más exhaustiva en cuanto a contenidos, en la medida en que los estudiantes han de estudiar los programas completos (en las universidades presenciales, esto depende en gran medida de los contenidos concretos que en cada caso el profesor imparte en clase). En cambio, en las universidades presenciales resulta más fácil que los estudiantes y los profesores se conozcan y traten, lo cual puede ser muy rentable para el estudio y muy eficiente para el desarrollo de las carreras profesionales.

-¿Es partidario de que las universidades se especialicen, en lugar de que todas ofrezcan prácticamente las mismas titulaciones?

– En su legítima aspiración a la universalidad del saber, y con el propósito de atraer al mayor número posible de estudiantes, las Universidades se esfuerzan por ofrecer una amplia gama de titulaciones, encuadradas en las más diversas áreas del conocimiento. Pero salvado este principio general, no es menos cierto que la oferta de titulaciones, de grado y máster, debería responder a criterios de racionalidad y, por ello, debería ser analizada de forma rigurosa, atendiendo principalmente a la demanda social y a la disponibilidad real de medios, tanto humanos como materiales. Ciertas titulaciones de Grado estarán necesariamente presentes en la oferta educativa de la mayor parte de las universidades, porque siguen teniendo una fuerte demanda, pero en el caso de titulaciones con una menor demanda sería deseable que se alcanzaran acuerdos entre universidades de una misma localidad, o de localidades próximas, con el fin de evitar duplicidades innecesarias, y como contrapartida posibilitar una ampliación de la oferta de titulaciones y una mayor rentabilización de los recursos.

Dicho esto, sí creo que sería conveniente que nuestro sistema universitario contara con algunas universidades muy especializadas, junto con otras más generalistas (como la UNED).