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Hoy me libro de la Selectividad

«Esta vez la ley ha beneficiado a los repetidores», dice Jorge Hedo con satisfacción, alumno del instituto de Enseñanza Secundaria «El Grao», de Valencia. Mientras muchos de sus compañeros han pasado días de nervios pensando en la temida Evaluación para el acceso a la Universidad (EvAU), las antiguas PAU o Selectividad, de la que se examinan hoy en la Comunidad Valenciana y en otras autonomías, él está exento de la prueba. Estos días se dedica, sin embargo, a preparar con tesón en el Ateneo Musical del Puerto otro examen que le permitirá el acceso al grado superior de Percusión en los conservatorios de música de Palma, Sevilla, Valencia y Castellón, donde hay pocas plazas para muchos aspirantes.

Jorge es uno de los más de 30.000 alumnos «indultados» excepcionalmente –sólo por este año– de la EvAU o Selectividad sólo por el hecho de ser repetidor de 2º de Bachillerato. Una excepción que también alcanza a los que concluyeron sus estudios en el curso 2015-16 pero no aprobaron la PAU. En esta situación se encuentran alumnos que han cursado el antiguo Bachillerato LOE y se han quedado «descolgados» del nuevo Bachillerato Lomce, que se ha «estrenado» en las aulas este año.

«Estoy muy contento porque la gente que está en una situación como la mía no se tiene que examinar y entramos en la universidad con la nota media del Bachillerato. Yo suspendí en septiembre del año pasado Inglés y Filosofía, pero en el resto de asignaturas tenía buenas notas. En principio, comencé repitiendo curso como oyente en las que tenía aprobadas y cursando las que tenía suspensas, hasta que en diciembre del año pasado salió la norma que nos permitió librarnos de la EvAU. Entonces decidí ir sólo a las clases de Inglés y, en lugar de Filosofía –que ya desaparece en 2º de Bachillerato con la Lomce– me matriculé en Geografía, que es precisamente el grado que quiero estudiar», explica Jorge a LA RAZÓN. Las dos asignaturas las ha aprobado en junio con un 8 y con un 6 respectivamente, así que la media que ha conseguido Jorge es de 6,58, una nota suficiente como para matricularse en el grado de Geografía e Historia, donde la nota de corte del curso pasado fue del 5,6. Jorge reconoce que algunos de sus amigos le comentan: «Ya me gustaría a mí estar en tu situación, en lugar de tener que estar estudiando estos días en los que los nervios “atacan”… Está claro que es una ventaja para los que estamos en situaciones como la mía siempre que la nota sea suficiente para entrar en la carrera que quieras estudiar porque para los alumnos que tienen una media baja, en cambio, puede ser una mala noticia para acceder a titulaciones que están muy demandadas, como las de Ciencias de la Salud. Los que estamos exentos somos los últimos en elegir carrera».

Situaciones excepcionales como la de Jorge están reguladas en la orden ECD/1941/2016, de 22 de diciembre, por la que se determinan las características, el diseño y el contenido de la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad y tiene que ver con la implantación este año del nuevo currículo de la Lomce en el segundo curso, de tal manera que los alumnos del modelo anterior se verían obligados a hacer una prueba con asignaturas y temarios que no han estudiado. La norma también contempla otro detalle importante y es que estos alumnos que se libran de la temida prueba «sólo podrán optar a las plazas de las carreras universitarias que queden vacantes después de asignar las que soliciten los estudiantes que hayan superado la EvAU en la convocatoria de junio y también en la de septiembre. Se les dará las plazas que queden», explicó a LA RAZÓN José Orihuela, rector de la Universidad de Murcia (UMU) y coordinador de la prueba dentro de la Conferencia de Rectores (CRUE). Orihuela destacó que la prueba que se celebra hoy en comunidades como Madrid, Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, La Rioja y Extremadura «debería mantenerse en el futuro porque garantiza el distrito único, es decir que la nota que obtengan sirva para estudiar en cualquier universidad española, es idéntica a la PAU, sólo que se pregunta a los alumnos por las materias que han estudiado con la Lomce y nadie discute una prueba como esta que lleva implantada en España 40 años». El examen es similar a la antigua PAU, la diferencia entre comunidades estriba en la ponderación de materias de la fase voluntaria. «En la Comunidad Valenciana el Latín o las Matemáticas pueden llegar a ponderarte dos veces, explica Jorge Tárrega, jefe de Estudios del instituto valenciano «El Grao».