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La educación no ha muerto, se ha reinventado

A Pablo Rivas no le tiembla el pulso al decir que «las universidades españolas siguen educando hasta la fecha como hace 60 o 70 años. O mutan a otro tipo de educación o se van a quedar sin espacio, y fuera del sistema educativo». Desde luego tiene sus razones. La pasión que tiene por la tecnología, la internacionalización de la economía y la educación como motor de cambio, le han posicionado como una de las personalidades educativas más influyentes del ámbito internacional. Ha sido nombrado uno de los cien líderes económicos del mañana según el ranking Economic Leaders For The Future del Instituto Choiseul. Digamos que también se nota en que, mientras hablamos, las palabras que más utiliza son: transformación y evolución.

Pablo es CEO de Global Alumni, una de las cinco mejores startups del mundo según EnlightED. Es la primera EdTech española encargada de transformar las mejores universidades internacionales y adaptarlas a la cuarta revolución industrial. ¿Qué significa esto? Ni más ni menos, que ahora mismo es posible estudiar en las mejores universidades del mundo (ESADE, MIT, CHICAGO BOOTH o UCLA…) “rompiendo las barreras del tiempo, del espacio e incluso del idioma” de manera online. “Acaba de cambiar toda la competencia del sector. Ya no es la Universidad Complutense de Madrid contra la Autónoma de Barcelona. Ahora es un todos contra todos, en un mundo globalizado, donde el que mejor sea capaz de crear productos, que satisfagan las necesidades de los alumnos, competirá en un libre mercado que antes era impensable”, afirma Pablo.

La memorización como sistema de evaluación

“La educación ha cambiado radicalmente. No podemos seguir enseñando como hace 50 años porque el mercado laboral no se parece ni al de hace 10 años”, sentencia Pablo. El CEO está convencido de que la educación, aunque haya sobrevivido a la primera, segunda y tercera revolución industrial, no lo hará a la cuarta. Uno de los mayores desaciertos, en su opinión, es el sistema rígido y estandarizado donde prima una obsoleta memorización. «Eso servía antes como sistema universal para evaluarnos y crear profesionales idénticos. Ahora lo que la gente quiere es que los profesionales sean únicos, capaces de hacer cosas distintas y pensar cosas diferentes. La memorización ya no es una habilidad”, añade.

Jesús Martínez Sotomayor, empresario de negocios de base tecnológica, se pregunta: “¿Qué es más importante, desarrollar una memoria prodigiosa o una creatividad e inventiva fresca y futurista?”. Con 73 años ya ha realizado tres programas con MIT Professional Education en colaboración con Global Alumni: Liderazgo en la Innovación en 2018, Transformación Digital en 2019 y acaba de terminar Machine Learning. Lo hizo, según él, para actualizar sus conocimientos en materia de liderazgo e innovación en las recientes tendencias que están cambiando la nueva economía. Creció en la época donde aprenderse las capitales del mundo, ríos y personajes históricos era un clásico, sin embargo, su opinión es distinta ahora y lejos queda de esa pasada realidad: «La memorización, que también tiene mucho de bueno, ha dejado de ser predominante. Hoy cualquier persona con los motores de búsqueda y enciclopedias online responde más preciso y rápido que con un esfuerzo de memoria».

Rivas pone de ejemplo al sector público, que siempre evalúa a sus trabajadores con este sistema a través de oposiciones. “Es un disparate seguir evaluando a gente con capacidades que luego no son de su competencia”, opina. “Tenemos que pasar a un sistema flexible, dinámico y ágil donde realmente haya que aprender cosas para luego aplicarlas. Lo que se llama learning by doing, para realmente hacer, aplicar y aprender a resolver”, propone.

Los nuevos estudiantes

Que todos los sectores han cambiado y se están viendo impactados por la tecnología sabemos que es una realidad, pero también hay que tener en cuenta que la sociedad cambia con ellos. “Los jóvenes ahora tienen muchísima capacidad de absorber información en entornos muy rápidos donde Google es la gran enciclopedia mundial. Esto hace que si la forma del consumo de información cambia y la forma en la que nosotros aprendemos y nos relacionamos es distinta, las universidades y sus formas de enseñanza también deberían hacerlo”, declara Rivas. Aunque no solo tiene palabras para los adolescentes, también le preocupan las tres generaciones (de los 60, 70 y 80) que, según él, están en el mercado laboral tomando decisiones, pero sin tener las capacidades o conocimientos que requiere la actual revolución. “Sacar a la gente de más de 50 años del sistema laboral es un disparate, son un tesoro. Hay que reentrenarles y mejorarles. Deben olvidar ciertas cosas que han aprendido, manteniendo la base sólida de la experiencia, y aprender otras”, asegura.

Jesús, que pertenece a este segundo grupo de generaciones al que hace referencia el CEO, opina que «hoy tener una gran visión es tan importante como un profundo conocimiento. Debemos diseñar una estrategia de formación continua que nos actualice y nos lleve a tener una cultura general con una especialización. Hay que diferenciarse en un mundo competitivo».

Pablo va más allá y hace referencia a uno de los informes de la Comisión Europea, en el que se afirma que hay medio millón de empleos digitales que no se están cubriendo. «Esto choca cuando se compara con la aún alta tasa de desempleo que tiene España. Algo está fallando entre el empleado, el empleador y las universidades que forman a la gente», declara.

La nueva educación digital

La educación digital u online trata de aplicar la tecnología al ámbito educativo y «permite, entre otras cosas, implantar estas nuevas formas de enseñanza». Rivas pone de ejemplo la hipercustomización, a lo que Jesús suma: «Tolera a los alumnos aprender a un ritmo de aprendizaje individual». Esto, además de una larga lista de cosas, entre las que cabe destacar: nuevos estilos y dinámicas, ruptura de barreras temporales (cada uno estudia cuando puede/quiere), físicas (fin de los desplazamientos) o económicas (los precios bajan).

Para Pablo lo mejor es la educación Blended learning “porque combina lo mejor de los dos mundos. Lo bueno de la tecnología a través de la educación online y lo mejor de la presencialidad. Al final te da un producto con una serie de atributos que realmente sí que emulan lo que sucede en una empresa. Por lo tanto, estas aprendiendo en un entorno que replica realmente a uno profesional”, añade.

El CEO de Global Alumni nos explica porque esto último es importante, tiene claro lo que las empresas demandan hoy en día: continuidad. Para él, el modus operandi tradicional de terminar el colegio, ir a la universidad y hacer un postgrado está muerto. “A partir de ahora todo va a ser un proceso de mejora continua, como hacemos en la empresa. El trabajador tiene que imitar o empatar como está evolucionando su empresa”, explica. Para ello, juega con la ficción: “Hay que estar estudiando continuamente, por ejemplo uno o dos cursos de actualización o reciclaje cual cápsula de Matrix de `necesito saber esto, lo adquiero´ y lo vas utilizando en tu desempeño profesional”, concluye.

Jesús añade: “Hoy pesa tanto lo que has logrado como lo que has estudiado. En materia de educación no hay punto de saturación. Hoy la universidad es permanente y la formación continua. Solo así se puede seguir el ritmo de la sociedad”.