El comisario jubilado podrá hacer uso de la última palabra después de que su letrado exponga su informe final
MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) –
El juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por tres encargos privados realizados por José Manuel Villarejo quedará visto para sentencia esta misma semana casi un año después de que arrancase y con una petición de 83 años de cárcel para el comisario jubilado por los supuestos delitos cometidos en la realización de los proyectos ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’.
La vista oral de estas tres piezas separadas de la macrocausa ‘Tándem’ comenzó el 13 de octubre del pasado año. El cierre a las numerosas sesiones celebradas a lo largo de los últimos meses lo protagonizará Villarejo, que podrá hacer uso de la última palabra después de que su abogado exponga su informe final.
Es de esperar que su letrado, Antonio José García Cabrera, extienda su argumentación a lo largo del lunes y el martes. La representación del comisario jubilado ya amenazó tras la exposición del informe final de la Fiscalía con que se pondría a la «altura» del Ministerio Público cuando llegase su turno, lamentando el tono utilizado por el fiscal Miguel Serrano.
En concreto, el abogado protestó al tribunal por los «insultos» y la «línea continuada de titulares de prensa» utilizados por la Fiscalía para referirse a su cliente, a quien el representante del Ministerio Público se refirió como un «extorsionador». «Usted en su informe puede hacer lo que quiera», le espetó la magistrada Ángela Murillo.
‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’ son las primeras piezas de ‘Tándem’ que llegan a juicio de las más de treinta que componen una macrocausa vertebrada por el presunto uso que Villarejo habría hecho de los medios policiales que tenía a su alcance para utilizarlos en las investigaciones privadas que hacía para sus clientes, desde grandes empresas del IBEX 35 a particulares.
83 AÑOS DE CÁRCEL POR TRES ENCARGOS
El comisario jubilado ha visto reducida la petición de la propia Fiscalía, que rebajó su acusación inicial de 109 años y 10 meses a 83 años y medio después de que le suprimiesen los delitos de cohecho activo, tráfico de influencias, algunos de descubrimiento y revelación de secretos y uno de extorsión en grado de tentativa.
En ‘Iron’, donde se juzga el presunto encargo que el despacho especializado en propiedad intelectual Herrero&Asociados habría hecho al grupo empresarial de Villarejo, CENYT, para que investigara a Balder, ante la sospecha por parte del primer bufete de que el segundo había robado su base de datos, Anticorrupción solicita 44 años de prisión.
En ‘Land’, la Fiscalía pide 38 años de cárcel por la investigación que el comisario habría dirigido contra Yolanda García Cereceda, su entonces pareja Jaime Ostos hijo y el arquitecto Joaquín Torres, entre otros, por mandato de Susana García Cereceda debido al conflicto familiar y empresarial desatado tras la muerte de Luis García Cereceda, el otrora dueño de la compañía promotora de la urbanización de lujo ‘La Finca’ (Madrid).
Por último, en ‘Pintor’, el Ministerio Público solicitaba 14 años de prisión para Villarejo por el trabajo que le habrían encomendado los hermanos Juan y Fernando Muñoz Támara para investigar al empresario Mateo Martín Navarro y a su abogado, el ex juez Francisco Javier Urquía, para resolver la disputa por una deuda fiscal. Aquí la acusación se ha reducido a 5 años y 6 meses debido al perdón que Urquía ha concedido a todos los acusados en esta pieza separada.
La conclusión de este juicio, concentrada en las dos primeras semanas de este mes de septiembre, también ha estado marcada por la salud de Villarejo, que sufrió un ictus leve a finales de junio. El comisario jubilado, haciendo énfasis en su delicado estado, se ha ausentado de algunas de las últimas sesiones celebradas en turno de mañana y tarde.
Los problemas de salud también han afectado a otro de los acusados inicialmente por la Fiscalía, el ex jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía Nacional Enrique García Castaño. El ictus que sufrió el pasado 1 de mayo llevó al tribunal a suspender el juicio para él debido a las secuelas sufridas.
