El alcalde Francis Suárez se sumó el jueves a otros alcaldes de todo el país para visitar la frontera con México y visitaron un centro de detención de Tornillo, Texas, donde están niños que fueron separados de sus padres.
En una visita organizada por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, Suarez voló el miércoles por la noche a El Paso y tomó un autobús a Tornillo el jueves por la mañana temprano. E viaje fue programado antes que el presidente Donald Trump firmara un decreto el miércoles que modificó la política de «cero tolerancia» implementada a finales de abril, según la cual los niños son separados de los padres detenidos tras entrar ilegalmente al país.
«Siento que esto me va a traumatizar», declaró Suárez a WRLN, aliado noticioso del Miami Herald, antes de salir hacia Texas. «Como padre de dos hijos, y de una niña hace dos meses, la noción que estar separado de mis hijos porque busco la libertad en un país lleno de inmigrantes es algo chocante para mi conciencia».
La decisión del presidente de separar a los niños de sus padres —y las imágenes y grabaciones de audio que se han hecho— provocó indignación mundial esta semana, incluso del papa Francisco. Hace unos días, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos reconoció que unos 2,000 menores no acompañados están en albergues, incluidos casi 1,200 en un albergue en Homestead. Esas cifras incluyen a menores que entraron al país solos y los separados de sus padres.
Suárez dijo que espera visitar el Homestead Temporary Shelter for Unaccompanied Children cuando regrese al sur de la Florida.
