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Cabilderos amigos de Trump hacen su agosto

Una cantidad de antiguos miembros de la campaña presidencial y del equipo de transición de Donald Trump, así como otras personas vinculadas con su joven administración, se están ofreciendo como cabilderos en Washington y explotando sus conexiones, según un nuevo estudio.

El informe, producido por Public Citizen, una organización que vela por los intereses del público, identificó al menos 44 lobistas registrados como tales con alguna relación con Trump o con el vicepresidente Mike Pence que operaban en Washington al menos hasta fines de agosto. Esta colectividad le cobró 41,8 millones de dólares a sus clientes, según documentos oficiales.

La lista de clientes incluye al propietario de un grupo de inversionistas al que el gobierno autorizó a tomar el control de la Universidad de Phoenix, una institución privada, y a directores de Wells Fargo, que encara una creciente supervisión del gobierno desde que sus empleados crearon cuentas falsas para aumentar las ganancias.

También están el reino de Arabia Saudí, los gobiernos de Afganistán, Kenia, Irak, Guatemala y Malasia, y Moisse Katumbi, líder opositor de la República Democrática del Congo.

El informe revela que, a pesar de sus promesas de campaña de “limpiar el pantano” de lobistas e intereses especiales, la influencia de esos sectores en Washington sigue intacta, si es que no aumentó.

“El mensaje es bastante claro: esta es la gente a la que debes acudir si quieres influir en el gobierno de Trump”, afirmó Alan Zibel, un ex periodista de la Associated Press que fue uno de los autores del informe.

La Casa Blanca dijo en una declaración enviada a la AP que las restricciones a las labores de los lobistas bajo el gobierno de Trump son “históricamente fuertes” y que no controla las acciones de ciudadanos privados que nunca tuvieron papel oficial alguno en la administración.

Apenas una semana después de asumir la presidencia Trump emitió un decreto que prohíbe a ex funcionarios de la rama ejecutiva actuar como cabilderos por cinco años ante sus antiguos departamentos tras abandonar sus cargos, aunque no les impide cabildear otros sectores del gobierno. También prohíbe a ex funcionarios promover los intereses de otros gobiernos de por vida.

Public Citizen identificó 17 personas que trabajaron en el equipo de transición de Trump y luego hicieron de cabilderos, tratando de conseguir favores del gobierno, durante los primeros seis meses de la actual gestión. En forma combinada cobraron 14.9 millones de dólares por sus servicios.

Los 44 lobistas con lazos con Trump o Pence fueron identificados porque se registraron formalmente como cabilderos. Esa cifra no incluye individuos como el ex director de campaña de Trump Corey Lewandowski, que fundó junto con otros una firma de cabildeo tras no ser nombrado para ningún cargo en el gobierno de Trump.

Brian Ballard, quien trabajó en la comisión inaugural de Trump, abrió una oficina en Washington menos de dos semanas después de la inauguración y contrató a Dan McFaul, quien trabajó en el equipo de transición de Trump.

En su primer mes de vida, Ballard Partners fue contratada por 14 clientes, incluidas firmas grandes como Amazon.com, American Airlines, la firma de prisiones privadas GEO Group y U.S. Sugar, según documentos oficiales.

Ballard Partners informó haber recibido 250,000 dólares del GEO Group. Un mes después de la asunción de Trump, el secretario de justicia Jeff Sessions levantó la prohibición de que los centros de detención privados reciban reos del gobierno federal. En mayo, el Departamento de Justica que encabeza Sessions concedió al GEO Group dos contratos a diez años valuados en 664 millones de dólares. Y en abril esa empresa obtuvo un contrato de 110 millones de dólares para construir el primer centro de detención de inmigrantes nuevo a erigirse bajo el gobierno de Trump.

Ballard dice que no habla de clientes individuales. El Departamento de Justicia, por su parte, afirma que el cambio de política le devuelve al Buró Federal de Prisiones la flexibilidad para manejar la población carcelaria.

Barry Bennett, ex asesor de la campaña de Trump, fundó Avenue Strategies con el ex director de campaña Lewandowski. Este último se desvinculó al poco tiempo diciendo que estaban usando su nombre para promocionar las conexiones de la empresa con Trump, pero sigue habiendo numerosos vínculos con el presidente. La firma contrató a al menos cinco allegados al mandatario y tiene tres cabilderos registrados con conexiones con Trump. Entre sus clientes figura Citgo Petroleum, filial de la empresa estatal petrolera de Venezuela PDVSA y una de las firmas privadas que más dinero donó para la ceremonia de inauguración.

Avenue Strategies ha estado ayudando a Citgo a combatir posibles sanciones contra Venezuela promovidas por legisladores críticos del gobierno de Nicolás Maduro. En agosto Trump aumentó unas sanciones contra las transacciones financieras de Venezuela, pero sigue permitiendo las transacciones petroleras entre las dos naciones.

“Entiendo perfectamente la óptica”, dijo Bennett. “La realidad es que Citgo es una empresa estadounidense con 6,000 empleados en Estados Unidos y produce buena parte de la gasolina que consume nuestra nación”.

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Tami Abdollah está en https://twitter.com/latams .