Inicio EEUU CEO del JPMorgan Chase: ser estadounidense ‘es casi un bochorno’

CEO del JPMorgan Chase: ser estadounidense ‘es casi un bochorno’

El jefe ejecutivo del banco JPMorgan, Jamie Dimon, dijo el viernes que en sus viajes le resulta casi bochornoso ser estadounidense debido a que su país no resuelve los problemas que afectan su economía.

“Es casi un bochorno ser un estadounidense cuando se viaja por el mundo y escuchar sobre la m….. con la que tenemos que lidiar en este país”, dijo Dimon en una conferencia telefónica con analistas donde explicó los resultados financieros del banco del segundo trimestre del año y del acumulado semestral.

Dimon, miembro de un consejo empresarial que asesora al presidente Donald Trump, afirmó que Estados Unidos tendrá dificultades para estimular el ritmo de crecimiento económico a menos que haya unidad en torno a políticas a favor de los negocios.

“Acabo de estar en Francia, Argentina, Israel, Irlanda. Me reuní con el primer ministro de India y el de China y me resultó asombroso que en cada uno de esos países se entiende que promover el crecimiento de los negocios es bueno para el empleo y los salarios del ciudadano medio”, afirmó.

“Y en cierta forma en el gran sistema de libre empresa de Estados Unidos, ya no se entiende eso”, añadió.

Dimon abogó nuevamente por reformar el código fiscal de Estados Unidos para hacerlo más competitivo con los de las otras naciones. También reclamó terminar con las reglamentaciones para infraestructura que considera excesivas.

“Nos hemos convertido en una de las sociedades más burocráticas”, dijo. “El crecimiento sería mucho más sólido si tomáramos decisiones inteligentes para terminar con ese estancamiento”.

Dimon, el máximo directivo del mayor grupo bancario del país, JPMorgan Chase, lamentó el “atasco político” que atraviesa el país.

“Desde la Gran Recesión, hace ocho años, hemos estado creciendo al 1.5-2 % a pesar de la estupidez y el atasco político, porque las empresas estadounidenses son poderosas”, afirmó.

Aunque en estas ocasiones los directivos de las empresas suelen dedicarse a explicar datos fríos sobre la evolución de su empresa, Dimon abordó temas políticos con una franqueza poco habitual para un hombre de negocios estadounidense en la conferencia.

Entre los temas que citó sobre las promesas hechas por Trump desde antes y después de que llegara a la Casa Blanca, en enero pasado, figura una reforma fiscal para, entre otras razones, repatriar fondos que están fuera del país.

“Mi opinión es que la tributación corporativa es crítica (para fomentar el crecimiento económico) para traer los capitales que están fuera, y es por eso que no me gusta que haya cerca de $2 billones generando beneficios para otros países”, añadió.

También mencionó otra promesa de Trump para generar un amplio plan de inversión en infraestructuras, que también está paralizada por divergencias en el Congreso sobre otras reformas que ha dado prioridad Trump, como la del programa de seguros de salud.

“Nos hemos convertido en una de las sociedades litigantes más burocráticas y confusas del planeta”, afirmó Dimon.

Las declaraciones de uno de los banquero más importantes de Estados Unidos dejaron en segundo plano los resultados anunciados por JPMorgan Chase, que cerró el primer semestre con aumento del 15 % en los beneficios netos, hasta los $13,477 millones.

JPMorgan anunció que el beneficio neto semestral por acción fue de $3.47, frente a los $2.89 que tuvo en el mismo período del año pasado, y los ingresos semestrales crecieron un 5 %, hasta los $51,991 millones.

Respecto al segundo trimestre del año, el período que más estaba siguiendo el viernes Wall Street, JPMorgan Chase tuvo un aumento del 13 % en sus beneficios netos, hasta $7,029 millones, y los ingresos aumentaron un 5 %, hasta $26,405 millones.

El beneficio trimestral por acción fue de $1.82, frente a la ganancia neta de $1.55 que tuvo en el segundo trimestre del año pasado.

Tanto los beneficios trimestrales como los ingresos estuvieron por encima de lo que esperaban los analistas, pero sus expectativas sobre los ingresos por prestamos fueron más bajas de lo que había calculado inicialmente.