Al menos 12 asesinatos, 50 violaciones y 120 robos residenciales pesan sobre quien es considerado uno de los asesinos en serie más temidos y buscados de California y cuya búsqueda por más de 40 años habría llegado a su fin esta semana.
Las autoridades arrestaron el martes a Joseph James DeAngelo, un ex policía sospechoso de ser el «asesino del Golden State», después que se coincidiera una muestra de ADN suya con otras muestras recolectadas en las escenas de algunos de los crímenes.
DeAngelo, de 72 años, permanece detenido en una cárcel de Sacramento sin derecho a fianza y fue acusado del asesinato de dos parejas casadas: Brian y Kate Maggiore, en 1978; y Lyman y Charlene Smith, en 1980.
El hombre fue policía de Auburn, al noreste de Sacramento, pero fue despedido tras ser acusado de robarse un martillo y un repelente en un supermercado, según un reporte de Los Angeles Times.
«Encontramos la aguja en el pajar y estaba justo aquí en el condado de Sacramento», dijo la fiscal del caso, Anne Marie Schubert, durante una rueda de prensa este miércoles.
Las víctimas del «Original Acosador de la Noche.», como también era llamado, tenían entre 13 y 41 años y fueron asesinadas o violadas entre entre 1976 y 1986, de acuerdo con el FBI, que ofrecía una recompensa de $50,000 para quien ayudara a dar con su paradero.
FBI
«Muy posiblemente cometió estos crímenes durante el tiempo que fue policía [entre 1973 y 1979], aseguró Scott Jones, director de Policía del condado de Sacramento.
El FBI lo describía como un hombre que actualmente tendría el cabello rubio o castaño rojizo, entre los 60 y 75 años, de cuerpo atlético y con entrenamiento militar o policial, y se asombraban de que hubiese cometido tantos crímenes sin dejar pistas ni cometer ningún error que lo delatara.
Al menos dos de los víctimas eran hombres que vivían en lujosos barrios y fueron asesinados en sus camas con las manos atadas, tras ser brutalmente golpeados. Según las autoridades, el asesino ponía en algunas ocasiones tazas o platos en las espaldas de sus víctimas atadas para escuchar si se liberaban mientras él estaba en otra habitación, de acuerdo con Los Angeles Times.
De ser hallado culpable, DeAngelo pudiera ser condenado a la pena de muerte.
