Inicio EEUU Cómo la golosina favorita de los estadounidenses fue inventada por los militares

Cómo la golosina favorita de los estadounidenses fue inventada por los militares

Desde café instantáneo hasta Cheetos, galletas empacadas y barras energéticas, los militares estadounidenses ayudaron a inventar muchos de los refrigerios que a los estadounidenses tanto les gusta comer.

El esfuerzo se aceleró durante la Segunda Guerra Mundial, cuando científicos militares necesitaban desarrollar formas compactas, pero nutritivas de alimentar a las tropas.

“Había una tremenda necesidad de que los militares desarrollaran raciones modernas, y terminaron no sólo inventando un montón de técnicas de procesamiento de alimentos, sino estableciendo un sistema de investigación de las ciencias alimenticias que existe hasta el día de hoy”, dice la escritora sobre temas alimenticios Anastacia Marx de Salcedo, autora de ‘Cocina lista para el combate: Cómo los militares estadounidenses dieron forma a lo que tú comes’. De ahí salieron muchas nuevas técnicas y comidas, y después de la guerra fueron incorporados como aperitivos y comidas rápidas”.

Esas nuevas técnicas incluyen procesamiento a alta presión, que hace que comidas no cocinadas sean seguras para su consumo. Este proceso es rutinariamente usado para comidas empacadas como guacamole, salsas y hummus.

Los Cheetos, uno de los aperitivos favoritos de Estados Unidos, fueron hechos posible por el proceso de deshidratación que los militares desarrollaron para extraer el agua del queso. Eso dio a los quesos una vida más larga y los hizo más livianos para ser transportados por las tropas en Europa.

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La deshidratación congelada, un proceso desarrollado para preservar productos sanguíneos hasta llegar a los campos de batalla para que los médicos pudieran tratar a los soldados heridos, también logró llegar hasta la cadena alimenticia.

“Después que terminó la guerra, hubo una pequeña industria de deshidratación congelada, pero ya no tenía un propósito por lo que los militares la usaron para desarrollar productos alimenticios”, dijo Marx de Salcedo. “Así que, por supuesto, tienes las bebidas, tienes café secado con congelación, té, sopas”.

Y cuando los astronautas le hicieron mala cara al sabor de las comidas secadas con congelación, unos cubos que fueron los precursores de la barra de energía moderna, los militares investigaron una forma de hacer las raciones un poco más gustosas.

Científicos militares descubrieron que las compañías de comidas para mascotas trabajaban en una forma para hacer el nivel de agua lo suficientemente bajo para prevenir que se produjeran bacterias y hongos, haciendo que la comida fuese más segura de consumir.

“Una vez que lograron eso, tenían la capacidad de mantener comidas húmedas y fibrosas a temperatura ambiente y con un empacado normal”, explicó Marx de Salcedo. “Y de hecho, esa táctica no solo es usada en barras energéticas, es usada también en la pastelería. Si vas al supermercado, y ves galletas húmedas y fibrosas, eso es todo la misma técnica que viene de la investigación militar”.

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Los militares también crearon las golosinas de chocolate cubiertas con caramelo que los soldados podían llevar en el bolsillo sin que el chocolate se derritiera de inmediato. Así fue como los famosos M&M’s fueron creados. Hoy, algunos de los más grandes contratistas militares, siguen buscando el chocolate perfecto que no se derrite y que podría soportar temperaturas extremadamente altas.

La siguiente frontera conocida en la ciencia alimenticia militar ha llegado en la forma de la minicomida, que es reducida a una tercera parte de su tamaño normal, lo cual resulta en raciones que son pequeñas pero densas.

“Usan una deshidratación al vacío de microonda para reducir el contenido de agua de las comidas y lo que eso esencialmente hace es miniaturizar la comida para tener estas pequeñas zanahorias, pero puedes tener una zanahoria fresca”, dice Marx de Salcedo. “Todavía tiene la misma cantidad de calorías aunque sea pequeña”.

Aún está por verse si los estadounidenses promedio empacarán algún día almuerzos en miniatura para aligerar su carga en su traslado diario al trabajo.