El calvario que soportó durante dos años un mormón de Utah en un calabozo del régimen venezolano llegó a su fin el sábado por la noche, cuando Josh Holt tocó tierra en la capital norteamericana, acompañado por el senador que encabeza el Comité de Relaciones Exteriores.
Lejos de los barrotes que hicieron mísera su precaria existencia, el excarcelado se reunió con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
«Han pasado por mucho, más de lo que la mayoría de la gente podría soportar», le dijo el presidente a Holt mientras los dos estaban sentados aledaños en la Oficina Oval.
«Estoy abrumado de gratitud por ustedes por todo lo que han hecho», replicó Holt, al subrayar que habían sido «dos años muy, muy difíciles», informó CNN.
Momentos antes, Jason y Laurie Holt, padres del joven de 26 años, abrazaron a su hijo, quien estaba acompañado por su esposa, Thamara Caleño, una misionera mormona a quien conoció en un sitio web de citas románticas para personas religiosas, quien también estaba presa en su tierra natal.
El video del emotivo reencuentro fue publicado por la oficina del senador Orrin Hatch, republicano por el Estado de Utah.
«Solo quería tomar un momento y contarles a cada uno de ustedes ¡gracias! ¡Gracias por su apoyo, su amor, sus oraciones, mensajes, comentarios, etc.!», escribió su familia en la página de Facebook JusticeforJosh.
El senador Marco Rubio, en un comunicado enviado el sábado por la noche comentó: “Estoy muy feliz por Josh Holt, por su esposa y por su familia. El era un rehén inocente retenido por el régimen de Maduro. La administración ha dicho bien claro esta noche que no se llevaran a cabo cambios en la política de los Estados Unidos hacia la dictadura de Venezuela. Hasta que Maduro permita la celebración de elecciones libres y justas, el seguirá recibiendo sanciones punitivas”.
