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Contraprotesta opaca marcha conservadora en Boston

Miles de manifestantes que coreaban consignas anti nazis se reunieron el sábado en el centro de Boston para expresar su repudio al nacionalismo blanco, empequeñeciendo a un pequeño grupo de conservadores que recortaron su “marcha por la libre expresión” una semana después de que un mitin supremacista derivó en derramamiento de sangre en Virginia.

Los contramanifestantes marcharon a través de la ciudad hasta el histórico Boston Common, donde muchos se reunieron cerca de un quiosco del que previamente se había ido un grupo de conservadores que planeaban dar una serie de discursos. Después, vagonetas de la policía escoltaron a los conservadores fuera de la zona, y contramanifestantes enfurecidos se enfrentaron con las fuerzas de seguridad que intentaban preservar el orden.

Posteriormente, miembros del movimiento Black Lives Matter (La Vida de Los Negros Importa) realizaron una protesta en el Common, donde fue quemada una bandera de la Confederación y los manifestantes golpearon los costados de un vehículo policial.

Más adelante el sábado en la tarde, el departamento de policía de Boston tuiteó que los manifestantes les estaban arrojando botellas, orina y piedras a los agentes, y exhortaron a la multitud para que se abstuviera de hacer eso.

El jefe de policía de Boston, William Evans, dijo que se efectuaron 27 arrestos, la mayoría de ellos por conducta desordenada, aunque algunos fueron por agresiones a agentes. Según las autoridades, asistieron unas 40.000 personas a las marchas.

El presidente Donald Trump elogió a las personas en Boston de quienes dijo que “se manifestaron” contra el odio y la intolerancia. Trump añadió en su mensaje en Twitter que “¡nuestro país se unirá muy pronto!”.

Los organizadores del evento conservador, que había sido promocionado como una “Marcha en favor de la libre expresión”, se distanciaron públicamente de los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos que fomentaron la violencia en Charlottesville el 12 de agosto. Una mujer falleció durante ese mitin llamado Unite the Right (Unan a la Derecha), y varias personas resultaron heridas después de que un auto embistiera a varios contramanifestantes.

Los detractores temían que los nacionalistas blancos se presentaran en Boston de todas maneras, lo que hubiera incrementado la posibilidad de desagradables confrontaciones en lo que era potencialmente el primer gran encuentro con connotaciones raciales en una de las principales ciudades del país desde los eventos en Charlottesville.

Una de las personas que tenía programado dar un discurso en la marcha conservadora dijo que el evento “se desmoronó”.

Samson Racioppi, un candidato al Congreso que estaba entre los que iban a hablar, dijo a la televisora WCVB-TV que no sabía “que el evento estaría tan mal planeado”.

Algunos contramanifestantes se vistieron completamente de negro y cubrieron sus rostros con pañuelos. Corearon consignas anti nazis y anti fascismo, y ondearon carteles con leyendas como: “Que los nazis vuelvan a tener miedo”, “Ama a tu vecino”, “Resiste al fascismo” y “El odio nunca hizo grande a Estados Unidos”. Otros portaban una enorme pancarta en la que se leía “Aplasten a la supremacía blanca”.

Chris Hood, que acudió al evento por la libertad de expresión desde Dorchester, dijo que la gente hizo parecer injustamente que el mitin iba a ser “un mitin de supremacistas blancos del Klan”.

“Esa nunca fue la intención”, afirmó. “Sólo hemos venido aquí para promover la libertad de expresión en los campus de las universidades, libertad de expresión en las redes sociales para los oradores conservadores, de derecha. Y no tenemos intención de ser violentos”.

Por su parte, Rockeem Robinson, de 21 años, un consejero juvenil de Cambridge, dijo que vino para mostrar apoyo a la comunidad negra y a todas las minorías, e indicó que no estaba preocupado por su seguridad debido a que sintió más apoyo de su lado.

Katie Griffiths, una trabajadora social de 48 años y también residente de Cambridge, que labora con miembros de comunidades pobres y minoritarias, dijo que el odio y la violencia que han ocurrido “dan mucho miedo”.

“Veo gente pobre y gente de color que están siendo convertidas en chivos expiatorios”, declaró. “Las lecciones no aprendidas se pueden repetir”.

Cientos de personas que querían mostrar su oposición a los grupos supremacistas blancos organizaron marchas en ciudades como Nueva Orleans, Atlanta, Dallas y Laguna Beach, California.

En Dallas, una multitud que acudió a un mitin contra los supremacistas blancos pidió que la ciudad retire las estatuas en honor a los confederados.

Policías a caballo intervinieron para desbaratar un pleito entre la gente en el mitin y los partidarios de esos monumentos.