Inicio EEUU Demencia y armas: ¿cuándo deben los médicos abordar el tema?

Demencia y armas: ¿cuándo deben los médicos abordar el tema?

Algunos pacientes se niegan a responder. Muchos doctores no preguntan. A medida que aumenta el número de estadounidenses con demencia, los profesionales de salud están lidiando con nuevos desafíos sobre cuándo y cómo plantear la pregunta: “¿Tiene armas en su casa?”.

Si bien los datos sobre la violencia con armas de fuego son escasos, una investigación de Kaiser Health News (KHN) y PBS NewsHour publicada en junio descubrió más de 100 casos en el país, desde 2012, que involucraron a personas con demencia usando armas para suicidarse o herir a otros. Los que dispararon generalmente cometieron el acto violento durante episodios de confusión, paranoia, alucinación o agresión, síntomas comunes de la demencia. Trágicamente les dispararon a esposas, hijos y cuidadores.

Sin embargo, proveedores de atención médica en todo el país dicen que no han recibido suficiente orientación sobre si hablar del tema, y sobre cuándo y cómo aconsejar a las familias sobre la seguridad con armas.

La doctora Altaf Saadi, neuróloga de UCLA, dijo que el artículo de KHN reveló un “punto ciego” en su práctica clínica. Después de leerlo, consultó al consejo de la Academia Americana de Neurología sobre el tratamiento de pacientes con demencia. Las pautas de la entidad sugieren que los médicos deberían considerar preguntar sobre el “acceso a armas de fuego u otras armas” durante un examen sobre seguridad, pero no dicen qué hacer si un paciente tiene armas.

En medio de la escasez de datos nacionales sobre seguridad con armas, no hay estándares científicos sobre cuándo un proveedor de atención médica debe discutir el acceso a armas en el caso de personas con deterioro cognitivo o en qué momento de la progresión de la demencia una persona se vuelve incapaz de manejar un arma.

La investigación ha encontrado que la mayoría de los médicos no preguntan sobre armas de fuego. En un estudio de 2014, el 58 por ciento de los internos encuestados informaron que nunca habían preguntado si los pacientes tenían armas en casa.

“Uno de los errores más grandes que cometen los médicos es no pensar en el acceso a las armas”, dijo la doctora Colleen Christmas, geriatra de atención primaria de la Escuela de Medicina Johns Hopkins y miembro de la American Neurological Association. Las armas de fuego son la forma más común de suicidio entre las personas mayores, resaltó. Christmas dijo que le pregunta a cada nuevo paciente sobre el acceso a las armas de fuego, en el mismo tono que pregunta sobre los cinturones de seguridad, y “la conversación se desarrolla bastante bien”.

Recientemente, ha habido un impulso entre los profesionales de salud para asumir un mayor papel en la prevención de la violencia con armas de fuego. A raíz de la masacre en Las Vegas, en el que un hombre mató a 58 asistentes a un concierto, más de 1,300 proveedores de atención médica se comprometieron públicamente a preguntar a los pacientes sobre la posesión de armas y la seguridad cuando hay factores de riesgo presentes.

Las promesas se produjeron en respuesta a un artículo del doctor Garen Wintemute, director del Programa de Investigación para la Prevención de la Violencia en la Universidad de California-Davis. En respuesta a los comentarios de ese artículo, su centro ha desarrollado un conjunto de herramientas llamado What You Can Do (Qué puedes hacer), que ofrece a los profesionales de salud orientación sobre cómo reducir el riesgo de violencia con armas de fuego.

En una nación profundamente dividida sobre el tema de poseer armas, en la que muchos defienden firmemente el derecho a portarlas bajo la Segunda Enmienda, estos esfuerzos enfrentan oposición. El doctor Arthur Przebinda, director de Doctors for Responsible Gun Ownership, enmarcó los esfuerzos de Wintemute como parte de un sesgo más amplio contra las armas por parte de la medicina institucional. Przebinda dijo que pedirles a los médicos que firmen tal promesa los alienta a “hacer propaganda en contra de los derechos protegidos constitucionalmente sobre la posesión de armas y la privacidad”.

Przebinda dijo que recibe varias solicitudes por día de pacientes que buscan médicos amigables con las armas. Algunos, dijo, están cansados que sus médicos les envíen videos de YouTube y otros materiales. Su grupo, que dijo tiene más de 1,400 miembros, ha establecido un servicio de derivación que conecta a los pacientes con médicos que son “amigables” con las armas.

Para los médicos y otros profesionales de la salud, navegar por este tema políticamente complicado puede ser difícil. Aquí están los principales problemas:

¿Es legal hablar con los pacientes sobre armas?

Sí. Ninguna ley estatal o federal impide que los profesionales de salud planteen el problema.

¿Por qué los médicos no lo hacen?

Las tres razones principales son la falta de tiempo, no saber qué decirles a los pacientes y creer que los pacientes no prestarán atención a sus consejos sobre la posesión de armas o la seguridad, según una encuesta de médicos de familia.

“No hay una escuela médica o de profesionales de salud en el país que hagan un trabajo adecuado en el entrenamiento sobre el tema de las armas de fuego”, argumentó Wintemute. Dijo que ahora está trabajando con la Asociación Médica Americana para diseñar un curso de educación médica continua sobre el tema.

Otros doctores no creen que deban preguntar. Przebinda argumenta que los médicos casi nunca deberían preguntarles a sus pacientes sobre armas, excepto en “circunstancias muy raras, muy excepcionales”, por ejemplo, si un paciente tiene ideas suicidas. Dijo que colocar la información sobre propiedad de armas de los pacientes en un registro médico electrónico pone en riesgo su privacidad.

¿Cuándo deben hablar sobre el tema?

La Administración de Salud para Veteranos recomienda preguntar sobre armas de fuego como parte de un examen de seguridad cuando se sospecha un diagnóstico de demencia. La Asociación de Alzheimer también recomienda preguntar: “¿Hay armas de fuego en el hogar?”, como parte de un examen de seguridad. Esa evaluación es parte de una sesión de planificación de la atención que Medicare cubre después del diagnóstico inicial de demencia y anualmente a medida que avanza la enfermedad.

El Colegio Americano de Médicos recomienda a los profesionales “hablar con los pacientes sobre el riesgo de tener armas de fuego en el hogar, especialmente cuando niños, adolescentes, personas con demencia, personas con enfermedades mentales, personas adictas u otros, pueden correr un mayor riesgo de dañarse a ellos mismos o a otros”.

¿Qué deben recomendar los médicos a los pacientes que hagan con sus armas?

La National Rifle Association y What You Can Do ofrecen consejos sobre cómo almacenar armas de forma segura, incluido el uso de cerraduras con candado y cajas fuertes.

La Asociación de Alzheimer dice que bloquear las armas puede no ser suficiente, ya que las personas con demencia pueden “percibir un peligro erróneo” y entrar en un gabinete de armas para protegerse. Para proteger completamente a una familia, la organización recomienda retirar las armas de la casa.

Pero los profesionales de salud pueden ser reacios a recomendar eso debido a preocupaciones legales, dijo Jon Vernick, codirector del Centro Johns Hopkins para Políticas de Armas e Investigación. La mayoría de los estados permiten la transferencia temporal de armas de fuego a un miembro de la familia sin una verificación de antecedentes. Pero siete estados no lo hacen: Connecticut, Hawaii (para pistolas), Massachusetts, Michigan, Nueva Jersey, Carolina del Norte y Rhode Island, según Vernick. Recomienda a los profesionales de salud que consulten las leyes estatales sobre armas de fuego en sitios como el Instituto de Acción Legislativa de la NRA o el Centro Legal Giffords para Prevenir la Violencia con Armas de Fuego.

Además, 13 estados han aprobado leyes de “bandera roja” que permiten que autoridades policiales, y en ocasiones miembros de la familia, soliciten a un juez que incaute temporalmente armas de fuego de un propietario de armas que exhibe un comportamiento peligroso.

¿Qué pasa cuando los médicos preguntan por las armas?

Natasha Bahr, instructora y trabajadora social que trabaja con pacientes geriátricos en una clínica centrada en trastornos de la memoria en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, dijo que, como parte de una evaluación estándar, pregunta a cada paciente: “¿Tiene armas de fuego en la casa?”.

Aproximadamente el 60% de sus pacientes se niegan a responder, dijo.

Los pacientes le dicen: “No es asunto tuyo”, “Tengo la libertad de no responder esa pregunta” o “Es mi derecho por la Segunda Enmienda”, dijo. “Hacen que parezca que estoy juzgándolos, y realmente no lo estoy haciendo”.

El doctor John Morris, director del Centro de Investigación de Enfermedades de Knight Alzheimer en la Universidad de Washington en St. Louis, dijo que les pregunta a sus pacientes sobre las armas de fuego en el contexto de otras preocupaciones de seguridad. Cuando la seguridad está en riesgo, generalmente aconseja a las familias que guarden las armas de fuego bajo candado y almacenen las municiones por separado.

La cobertura de KHN de estos temas es apoyada por la Gordon and Betty Moore Foundation, la John A. Hartford Foundation y The SCAN Foundation.