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Demócratas boicotean la votación en el Senado de los nominados para Sanidad y Tesoro

Washington, 31 ene (EFE).- Los senadores demócratas que integran el Comité de Finanzas del Senado boicotearon hoy el voto sobre los nominados del presidente de EEUU, Donald Trump, para ocupar las carteras de Salud y Tesoro, Tom Price y Steven Mnuchin, respectivamente.

«Los demócratas están boicoteando deliberadamente el voto» sobre Price, explicó el presidente de la comisión, el republicano Orrin Hatch, encargado de dirigir la votación sobre ambos para que su nombramiento pueda avanzar hacia el pleno del Senado.

Los demócratas se ausentaron de la votación para evitar que ésta tuviera lugar, después de que los republicanos rechazaron retrasar el voto para que Price respondiera a una serie de preguntas que eran «objeto de preocupación» para ellos.

En las últimas semanas se revelaron distintas informaciones que apuntan a que Price, congresista por Georgia, invirtió en acciones de farmacéuticas que iban a verse beneficiadas por una ley que él mismo apoyó en la Cámara Baja, por lo que los demócratas dudan de su integridad ética ante lo que podría ser un mal uso de información privilegiada.

Los demócratas han mostrado numerosas reservas por el nombramiento de Price, ya que apoya la derogación y sustitución del sistema de salud impulsado por el ya expresidente Barack Obama, una de las grandes promesas de campaña de Trump y de los mayores deseos de los republicanos en los últimos años.

Sin embargo, los republicanos no han planteado aún ninguna alternativa real a la reforma sanitaria de Obama, conocida como Obamacare, y los demócratas temen que millones de personas se queden sin seguro médico en este proceso.

Los republicanos del Comité, comenzando por Hatch, dijeron «no haber visto nada así» en sus años de carrera en el Senado, en relación al boicot demócrata.

Sin embargo, lo cierto es que los republicanos han practicado el obstruccionismo sobre la Administración de Obama de manera reiterada, como en el caso de su candidato para el Tribunal Supremo, al que ni siquiera le programaron una audiencia de consideración.