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EE.UU.: continúan negociaciones sobre próximo paquete de ayuda por el coronavirus

La asistencia por desempleo, las protecciones de desalojo y otras ayudas para millones de estadounidenses están en juego cuando funcionarios de la Casa Blanca iniciaron negociaciones el lunes por la noche con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, sobre un nuevo paquete de ayuda por la pandemia que se tambalea en el Congreso antes de los próximos plazos.

Mientras los republicanos del Senado trataban de desplegar su propia propuesta de 1 billón de dólares, Pelosi imploró a los legisladores republicanos y a la Casa Blanca que detuvieran las luchas internas y vinieran a la mesa de negociaciones con los demócratas.

La ayuda se vence el viernes para un beneficio por desempleo de 600 dólares por semana que los demócratas llaman un salvavidas para los estadounidenses sin trabajo. Los republicanos quieren reducirlo a 200 dólares por semana, diciendo que el aumento federal es demasiado generoso por encima de los beneficios estatales y está desanimando a los empleados a regresar al trabajo.

La presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de California, habla durante un servicio para el fallecido representante John Lewis, demócrata por Georgia.

«Esto está mal. Tenemos que hacer lo correcto para el pueblo estadounidense «, dijo Pelosi en el Capitolio.

Pelosi presionaba el lunes a la Casa Blanca para negociar rápidamente para renovar los beneficios por desempleo a más de 16 millones de estadounidenses sin trabajo debido a la pandemia.

“El tiempo se está agotando», dijo Pelosi. «Si a los republicanos les preocupan las familias trabajadoras, esto no tomará mucho tiempo”.

Pero en el dividido Washington, los republicanos y los demócratas tienen diferencias sobre la continuación de la ayuda que el gobierno federal debería dar a los trabajadores desempleados, adicionales a los fondos menos generosos que reciben de los gobiernos estatales.

Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el monto reducido, sumado a la ayuda estatal, le daría a los trabajadores cerca de un 70 por ciento de lo que ellos ganaban antes de ser despedidos, una cifra que el asesor económico de Trump, Larry Kudlow, llamó “muy generosa”.

Los dos partidos políticos también están en desacuerdo en otras ayudas por el coronavirus, quiénes deberían recibir la ayuda y cuánto deberían recibir. También están discutiendo sobre si dar inmunidad legal a los negocios y sus empleados para que no puedan ser demandados ante la posibilidad de infectar a algún cliente, a como proponen los republicanos a pesar de la oposición demócrata.

Con la fecha de vencimiento de la ayuda por desempleo el viernes, la Casa Blanca y legisladores republicanos han pedido la aprobación de un paquete de ayuda parcial, y negociar el resto de los detalles en las próximas semanas. Pero Pelosi ha rechazado ese enfoque.

El senador republicano, Mitch McConnell, ha presentado un plan de 1 billón de dólares para nueva ayuda por el coronavirus.

«Podemos movernos rápidamente con los demócratas en estos temas”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin el domingo.

Pero Pelosi atacó el plan de ayuda limitado de los republicanos.

“Los niños tienen hambre, las familias no pueden pagar sus alquileres, la ayuda por desempleo está por vencerse, y los republicanos quieren hacer una pausa e ir poco a poco”, dijo Pelosi.

«Hemos estado listos para negociar por más de dos meses”, dijo Pelosi. Les imploró que llegaran a su oficina “a hacer el trabajo”.

Los republicanos han rechazado continuar con los pagos más altos por desempleo porque más de la mitad de los desempleados han recibido en beneficios de desempleo más de lo que ganaban cuando tenían trabajo.

Una encuesta en mayo también mostró que una quinta parte de los desempleados habían rechazado ofertas de sus empleadores para regresar a trabajar ya que sus cheques por desempleo eran mayores a lo que recibirían de sus empleos.

Casi 147.000 estadounidenses han muerto por el coronavirus, mientras más de 4,2 millones han sido infectados, siendo ambas cifras las más altas de cualquier país alrededor del mundo.