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“EE UU se reunirá con los bancos españoles para que se impliquen más en Cuba”

John Creamer, adjunto del Departamento de Estado de EE UU para Asuntos Hemisféricos. En sus más de 30 años como diplomático estadounidense —varios de ellos en países hispanos—, la voz de John Creamer, adjunto del Departamento de Estado de EE UU para Asuntos Hemisféricos, tiene peso específico en la política estadounidense en América Latina. A pocas semanas de las elecciones presidenciales, se niega a responder a cualquier pregunta sobre Donald Trump, ni siquiera en clave de política exterior. Pregunta. ¿Es el deshielo con Cuba el mayor hito diplomático de las últimas décadas? Respuesta. No sé si el mayor, pero sí uno muy importante. Ha cambiado nuestra relación no solo con Cuba, sino con el resto de la región: casi ningún país estaba de acuerdo con nuestra política anterior. Todavía hace poco tiempo del cambio, pero hemos avanzado mucho. P. ¿En qué fase está la relación bilateral? R. Hablamos de todos los temas y hemos creado una comisión bilateral que manejan los dos ministerios de Exteriores y que planea la agenda política. Dialogamos también sobre seguridad, FBI, DEA, aduana, servicio secreto... Representa un gran cambio respecto al pasado, y también sobre economía: energías renovables, propiedad intelectual o banca. Al mismo tiempo, estamos experimentando un aumento muy importante en el número de estadounidenses que están viajando a Cuba. Fueron hasta 500.000 el año pasado, aunque no como turistas porque el embargo aún está ahí... Ahora es importante que los países europeos y la propia UE hagan lo mismo. P. ¿Se han cumplido las metas que se habían fijado? R. Sí, vamos a alcanzarlas antes del fin de la Administración. El presidente Obama ha reconocido que no todo iba a cambiar de un día a otro, pero en muy poco tiempo hemos avanzado mucho, también sobre el embargo. Estamos contentos, pero todavía no podemos descansar: hay mucho más que hacer. P. Se ha producido una apertura solo en algunos sectores económicos. ¿En cuáles cree que hay mayores posibilidades? R. Tengo que tener cuidado porque aún tenemos el embargo y hay ciertas reservas en cuanto a la promoción de actividades comerciales entre los dos países como funcionarios (risas). Pero vemos mucho interés en telecomunicaciones, turismo e infraestructuras. También en el sector bancario, pero uno de los retos ha sido comunicar a la propia banca los cambios regulatorios. Muchos bancos todavía son renuentes a explorar esa nueva libertad que tienen para hacer negocios en la isla. Así que estamos intentando hacer un esfuerzo conjunto con Cuba para explicar a la banca las nuevas posibilidades. En ese marco, estamos preparando un encuentro en España con el Gobierno y los bancos españoles para explicarles los cambios. P. ¿Cuándo será la reunión? R. Aún no hay fecha, pero creo que antes de que termine el año o a principios del próximo. El Gobierno cubano cree que muchos bancos no están aprovechando los cambios y dicen que es nuestra responsabilidad solucionar este problema. Dada la importancia de España, llegamos a un acuerdo con los cubanos para celebrar este encuentro. Será muy útil para promover una mayor implicación. P. ¿Ve cierta desidia por parte de las autoridades españolas respecto a Cuba? R. El hecho de que esté en Madrid muestra que consideramos muy importante el papel de España respecto a Cuba. P. Pero, ¿esperaba más? R. No. Tenemos una buena colaboración y reconocemos la importancia histórica de España. Consideramos que ha aportado algo positivo en el deshielo. P. Barack Obama ha promovido una directiva para blindar la normalización de las relaciones. ¿Será suficiente o teme que un cambio en la Administración dé al traste con estos esfuerzos? R. La publicación fue un paso importante, diría que inédito. Creo que también ha impulsado la transparencia, porque el tema cubano ha estado siempre rodeado de cierto misterio y rumores. Creo que el documento explica muy bien lo logrado hasta ahora y marca una hoja de ruta. El nuevo Gobierno hará lo que considere, pero creo que analizando lo logrado en este tiempo sería muy difícil cambiar la política y volver atrás. P. En los últimos meses Venezuela ha vivido una regresión democrática. ¿Cómo lo ve el Gobierno estadounidense? R. Hemos expresado nuestra preocupación por asuntos como los presos políticos o el hecho de evitar el referéndum revocatorio. Pensamos que esa no es la manera de solucionar los problemas que tiene Venezuela. Abogamos por el diálogo. [La entrevista se lleva a cabo antes de que el Vaticano anunciase una ronda de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana]. P. La Cámara de Representantes de EE UU ha aprobado sanciones contra Nicaragua. ¿A qué afectarán, con las elecciones nicaragüenses a las puertas? R. Estamos preocupados por lo que está sucediendo en Nicaragua y en constantes consultas con otros países de la región sobre cómo podemos hacer para fortalecer la democracia en esa nación. Este proyecto de sanciones ha sido aprobado solo en la Cámara Baja, no en el Senado y por lo tanto no es una ley. No quiero entrar en especulaciones sobre algo que todavía no es ley. Pero sí puedo decirles que estamos muy preocupados por lo que está sucediendo en Nicaragua. P. En las últimas semanas, la ONU y Amnistía Internacional han puesto el foco sobre la crisis de refugiados centroamericanos. EE UU es el primer país de destino y no sale muy bien parado. R. Estamos trabajando en varios niveles. Reconocemos que la situación en el Triángulo del Norte [Guatemala, Honduras y El Salvador] es muy preocupante tanto en términos económicos como de violencia. Hemos puesto en marcha un paquete de cooperación de 700 millones de dólares, pero va a llevar su tiempo y lamentablemente seguiremos viendo gente huir de la región. Es un tema difícil, con un elemento fuertemente humanitario. ARCHIVADO EN: Barack Obama Raúl Castro Cuba Caribe Estados Unidos Norteamérica Latinoamérica América VÍDEOSNEWSLETTERS TE PUEDE INTERESAR Trump corteja el voto anticastrista en Bahía de Cochinos Todo esto puede hacer que le echen del gimnasio La huelga contra las reválidas de la LOMCE, en directo Pan, demi, intersexuales... ¿Cómo hablar de sexo con adolescentes que saben más que sus padres? 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John Creamer, adjunto del Departamento de Estado de EE UU para Asuntos Hemisféricos.
En sus más de 30 años como diplomático estadounidense —varios de ellos en países hispanos—, la voz de John Creamer, adjunto del Departamento de Estado de EE UU para Asuntos Hemisféricos, tiene peso específico en la política estadounidense en América Latina. A pocas semanas de las elecciones presidenciales, se niega a responder a cualquier pregunta sobre Donald Trump, ni siquiera en clave de política exterior.
Pregunta. ¿Es el deshielo con Cuba el mayor hito diplomático de las últimas décadas?
Respuesta. No sé si el mayor, pero sí uno muy importante. Ha cambiado nuestra relación no solo con Cuba, sino con el resto de la región: casi ningún país estaba de acuerdo con nuestra política anterior. Todavía hace poco tiempo del cambio, pero hemos avanzado mucho.
P. ¿En qué fase está la relación bilateral?
R. Hablamos de todos los temas y hemos creado una comisión bilateral que manejan los dos ministerios de Exteriores y que planea la agenda política. Dialogamos también sobre seguridad, FBI, DEA, aduana, servicio secreto… Representa un gran cambio respecto al pasado, y también sobre economía: energías renovables, propiedad intelectual o banca. Al mismo tiempo, estamos experimentando un aumento muy importante en el número de estadounidenses que están viajando a Cuba. Fueron hasta 500.000 el año pasado, aunque no como turistas porque el embargo aún está ahí… Ahora es importante que los países europeos y la propia UE hagan lo mismo.
P. ¿Se han cumplido las metas que se habían fijado?
R. Sí, vamos a alcanzarlas antes del fin de la Administración. El presidente Obama ha reconocido que no todo iba a cambiar de un día a otro, pero en muy poco tiempo hemos avanzado mucho, también sobre el embargo. Estamos contentos, pero todavía no podemos descansar: hay mucho más que hacer.
P. Se ha producido una apertura solo en algunos sectores económicos. ¿En cuáles cree que hay mayores posibilidades?
R. Tengo que tener cuidado porque aún tenemos el embargo y hay ciertas reservas en cuanto a la promoción de actividades comerciales entre los dos países como funcionarios (risas). Pero vemos mucho interés en telecomunicaciones, turismo e infraestructuras. También en el sector bancario, pero uno de los retos ha sido comunicar a la propia banca los cambios regulatorios. Muchos bancos todavía son renuentes a explorar esa nueva libertad que tienen para hacer negocios en la isla. Así que estamos intentando hacer un esfuerzo conjunto con Cuba para explicar a la banca las nuevas posibilidades. En ese marco, estamos preparando un encuentro en España con el Gobierno y los bancos españoles para explicarles los cambios.
P. ¿Cuándo será la reunión?
R. Aún no hay fecha, pero creo que antes de que termine el año o a principios del próximo. El Gobierno cubano cree que muchos bancos no están aprovechando los cambios y dicen que es nuestra responsabilidad solucionar este problema. Dada la importancia de España, llegamos a un acuerdo con los cubanos para celebrar este encuentro. Será muy útil para promover una mayor implicación.
P. ¿Ve cierta desidia por parte de las autoridades españolas respecto a Cuba?
R. El hecho de que esté en Madrid muestra que consideramos muy importante el papel de España respecto a Cuba.
P. Pero, ¿esperaba más?
R. No. Tenemos una buena colaboración y reconocemos la importancia histórica de España. Consideramos que ha aportado algo positivo en el deshielo.
P. Barack Obama ha promovido una directiva para blindar la normalización de las relaciones. ¿Será suficiente o teme que un cambio en la Administración dé al traste con estos esfuerzos?
R. La publicación fue un paso importante, diría que inédito. Creo que también ha impulsado la transparencia, porque el tema cubano ha estado siempre rodeado de cierto misterio y rumores. Creo que el documento explica muy bien lo logrado hasta ahora y marca una hoja de ruta. El nuevo Gobierno hará lo que considere, pero creo que analizando lo logrado en este tiempo sería muy difícil cambiar la política y volver atrás.
P. En los últimos meses Venezuela ha vivido una regresión democrática. ¿Cómo lo ve el Gobierno estadounidense?
R. Hemos expresado nuestra preocupación por asuntos como los presos políticos o el hecho de evitar el referéndum revocatorio. Pensamos que esa no es la manera de solucionar los problemas que tiene Venezuela. Abogamos por el diálogo. [La entrevista se lleva a cabo antes de que el Vaticano anunciase una ronda de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana].
P. La Cámara de Representantes de EE UU ha aprobado sanciones contra Nicaragua. ¿A qué afectarán, con las elecciones nicaragüenses a las puertas?
R. Estamos preocupados por lo que está sucediendo en Nicaragua y en constantes consultas con otros países de la región sobre cómo podemos hacer para fortalecer la democracia en esa nación. Este proyecto de sanciones ha sido aprobado solo en la Cámara Baja, no en el Senado y por lo tanto no es una ley. No quiero entrar en especulaciones sobre algo que todavía no es ley. Pero sí puedo decirles que estamos muy preocupados por lo que está sucediendo en Nicaragua.
P. En las últimas semanas, la ONU y Amnistía Internacional han puesto el foco sobre la crisis de refugiados centroamericanos. EE UU es el primer país de destino y no sale muy bien parado.
R. Estamos trabajando en varios niveles. Reconocemos que la situación en el Triángulo del Norte [Guatemala, Honduras y El Salvador] es muy preocupante tanto en términos económicos como de violencia. Hemos puesto en marcha un paquete de cooperación de 700 millones de dólares, pero va a llevar su tiempo y lamentablemente seguiremos viendo gente huir de la región. Es un tema difícil, con un elemento fuertemente humanitario.
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“‘Putas’ a favor de Hillary” en Nevada
Colin Powell anuncia que votará por Hillary Clinton
En sus más de 30 años como diplomático estadounidense —varios de ellos en países hispanos—, la voz de John Creamer, adjunto del Departamento de Estado de EE UU para Asuntos Hemisféricos, tiene peso específico en la política estadounidense en América Latina. A pocas semanas de las elecciones presidenciales, se niega a responder a cualquier pregunta sobre Donald Trump, ni siquiera en clave de política exterior.

Pregunta. ¿Es el deshielo con Cuba el mayor hito diplomático de las últimas décadas?

Respuesta. No sé si el mayor, pero sí uno muy importante. Ha cambiado nuestra relación no solo con Cuba, sino con el resto de la región: casi ningún país estaba de acuerdo con nuestra política anterior. Todavía hace poco tiempo del cambio, pero hemos avanzado mucho.

P. ¿En qué fase está la relación bilateral?

R. Hablamos de todos los temas y hemos creado una comisión bilateral que manejan los dos ministerios de Exteriores y que planea la agenda política. Dialogamos también sobre seguridad, FBI, DEA, aduana, servicio secreto… Representa un gran cambio respecto al pasado, y también sobre economía: energías renovables, propiedad intelectual o banca. Al mismo tiempo, estamos experimentando un aumento muy importante en el número de estadounidenses que están viajando a Cuba. Fueron hasta 500.000 el año pasado, aunque no como turistas porque el embargo aún está ahí… Ahora es importante que los países europeos y la propia UE hagan lo mismo.

P. ¿Se han cumplido las metas que se habían fijado?

R. Sí, vamos a alcanzarlas antes del fin de la Administración. El presidente Obama ha reconocido que no todo iba a cambiar de un día a otro, pero en muy poco tiempo hemos avanzado mucho, también sobre el embargo. Estamos contentos, pero todavía no podemos descansar: hay mucho más que hacer.

P. Se ha producido una apertura solo en algunos sectores económicos. ¿En cuáles cree que hay mayores posibilidades?

R. Tengo que tener cuidado porque aún tenemos el embargo y hay ciertas reservas en cuanto a la promoción de actividades comerciales entre los dos países como funcionarios (risas). Pero vemos mucho interés en telecomunicaciones, turismo e infraestructuras. También en el sector bancario, pero uno de los retos ha sido comunicar a la propia banca los cambios regulatorios. Muchos bancos todavía son renuentes a explorar esa nueva libertad que tienen para hacer negocios en la isla. Así que estamos intentando hacer un esfuerzo conjunto con Cuba para explicar a la banca las nuevas posibilidades. En ese marco, estamos preparando un encuentro en España con el Gobierno y los bancos españoles para explicarles los cambios.

P. ¿Cuándo será la reunión?

R. Aún no hay fecha, pero creo que antes de que termine el año o a principios del próximo. El Gobierno cubano cree que muchos bancos no están aprovechando los cambios y dicen que es nuestra responsabilidad solucionar este problema. Dada la importancia de España, llegamos a un acuerdo con los cubanos para celebrar este encuentro. Será muy útil para promover una mayor implicación.

P. ¿Ve cierta desidia por parte de las autoridades españolas respecto a Cuba?

R. El hecho de que esté en Madrid muestra que consideramos muy importante el papel de España respecto a Cuba.

P. Pero, ¿esperaba más?

R. No. Tenemos una buena colaboración y reconocemos la importancia histórica de España. Consideramos que ha aportado algo positivo en el deshielo.

P. Barack Obama ha promovido una directiva para blindar la normalización de las relaciones. ¿Será suficiente o teme que un cambio en la Administración dé al traste con estos esfuerzos?

R. La publicación fue un paso importante, diría que inédito. Creo que también ha impulsado la transparencia, porque el tema cubano ha estado siempre rodeado de cierto misterio y rumores. Creo que el documento explica muy bien lo logrado hasta ahora y marca una hoja de ruta. El nuevo Gobierno hará lo que considere, pero creo que analizando lo logrado en este tiempo sería muy difícil cambiar la política y volver atrás.

P. En los últimos meses Venezuela ha vivido una regresión democrática. ¿Cómo lo ve el Gobierno estadounidense?

R. Hemos expresado nuestra preocupación por asuntos como los presos políticos o el hecho de evitar el referéndum revocatorio. Pensamos que esa no es la manera de solucionar los problemas que tiene Venezuela. Abogamos por el diálogo. [La entrevista se lleva a cabo antes de que el Vaticano anunciase una ronda de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana].

P. La Cámara de Representantes de EE UU ha aprobado sanciones contra Nicaragua. ¿A qué afectarán, con las elecciones nicaragüenses a las puertas?

R. Estamos preocupados por lo que está sucediendo en Nicaragua y en constantes consultas con otros países de la región sobre cómo podemos hacer para fortalecer la democracia en esa nación. Este proyecto de sanciones ha sido aprobado solo en la Cámara Baja, no en el Senado y por lo tanto no es una ley. No quiero entrar en especulaciones sobre algo que todavía no es ley. Pero sí puedo decirles que estamos muy preocupados por lo que está sucediendo en Nicaragua.

P. En las últimas semanas, la ONU y Amnistía Internacional han puesto el foco sobre la crisis de refugiados centroamericanos. EE UU es el primer país de destino y no sale muy bien parado.

R. Estamos trabajando en varios niveles. Reconocemos que la situación en el Triángulo del Norte [Guatemala, Honduras y El Salvador] es muy preocupante tanto en términos económicos como de violencia. Hemos puesto en marcha un paquete de cooperación de 700 millones de dólares, pero va a llevar su tiempo y lamentablemente seguiremos viendo gente huir de la región. Es un tema difícil, con un elemento fuertemente humanitario.