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Exclusiva: Gobierno de Trump pierde la pista a casi 6,000 niños inmigrantes que entraron solos a EEUU

El gobierno del presidente Donald Trump probablemente ha perdido la pista de casi 6,000 niños inmigrantes no acompañados, miles más de la cifra que alertaron a legisladores el mes pasado, según un análisis de los reportes que hizo McClatchy.

Funcionarios federales reconocieron el mes pasado que casi 1,500 menores no acompañados que llegaron a la frontera con México sin sus padres fueron colocados con patrocinadores que no mantuvieron contacto con las autoridades federales, pero esa cifra correspondía a un período de tres meses durante el pasadoaño fiscal.

“Son muchos más”, dijo un especialista que trabajó en la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) hasta principios del este año y encargado de contactar a los patrocinadores y niños para conocer cómo estaban. “Se puede apostar que la cifra es mucho más elevada».

El nuevo cálculo sale a la luz en momentos que aumentan las críticas a la decisión del presidente Donald Trump de separar a los padres y niños migrantes. Defensores de los inmigrantes alegan que la cantidad cada vez mayor de menores a quienes el gobierno ha perdido la pista es algo esperado porque las familias y los patrocinadores temen a las autoridades federales, que ahora usan información de trabajadores sociales del gobierno para verificaciones de inmigración y, en algunos casos, tomar medidas contra los patrocinadores, incluidos padres y familiares, para deportarlos.

«Esto solo empeorará a medida en que sumen más niños a la categoría de no acompañados al sacarlos de sus familias», dijo Clara Long, investigadora estadounidense de Human Rights Watch.

La revelación de que los funcionarios federales no pudieron localizar a más de 1,000 niños generó un clamor de preocupación y, por parte de la administración Trump, promesas de implementar procedimientos más rigurosos de selección de patrocinadores, que incluyen la toma de huellas dactilares de los padres y proporcionar su estado migratorio a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.

Los funcionarios federales dijeron que los niños no estaban realmente perdidos, pero sus patrocinadores no respondieron a las llamadas telefónicas que les hicieron para supervisar los casos. Hicieron hincapié en que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados ya no tiene responsabilidad legal sobre los niños después que fueron puestos bajo la custodia de un patrocinador.

Desde el 2014, decenas de miles de menores no acompañados han sido detenidos en medio de un aumento de madres y niños salvadoreños, hondureños y guatemaltecos que han inundado la frontera de Estados Unidos huyendo de la violencia y la pobreza.

Los niños que llegan solos generalmente pasan a la custodia de la ORR, que los cuida en un refugio o los entrega a un miembro de la familia.

El mes pasado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) reconoció que no se pudo determinar la ubicación de 1,475 niños que entraron solos a EEUU.

Steven Wagner, secretario adjunto en funciones de la Administración para Niños y Familias de HHS, dijo a la prensa que el 14 por ciento de las llamadas de HHS a los patrocinadores no fueron devueltas.

Pero detectar esos 1,475 casos, la administración solo intentó contactar a 7,635 niños y sus patrocinadores. En el año fiscal 2017, se ubicaron con patrocinadores a más de 42,497 niños que llegaron solos.

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Un agente de inmigración observa a un grupo de inmigrantes de Centroamérica en un centro de McAllen, Texas, el 17 de junio del 2018.

(U.S. Customs and Border Protection/AP)

El Departamento de Salud y Servicios Humanos dijo a McClatchy que no tenía en un informe los datos de los niños no contabilizados. Pero, según sus propias estimaciones, si el 14 por ciento no devolvió las llamadas, es probable que unos 5,945 menores no acompañados estén desaparecidos. Las cifras serían aún más altas en el año fiscal 2016, que incluyó el período final del presidente Barack Obama cuando la administración colocó a más de 52,000 niños con patrocinadores.

En el 2017, la ORR puso el 93 por ciento de los niños con un patrocinador. De ellos, el 49 por ciento fueron entregados a padres, el 41 por ciento a parientes cercanos y el 10 por ciento a familiares no parientes o no parientes. Hasta el momento, en el año fiscal 2018 la administración envió con patrocinadores individuales al 90 por ciento de los niños. De esos patrocinadores, el 41 por ciento eran los padres, el 47 por ciento eran parientes cercanos y el 11 por ciento parientes lejanos o no eran familiares.

Los funcionarios de HHS dicen que no es responsabilidad legal del gobierno ubicar a esos niños tras ser entregados a la custodia de un miembro de la familia o un patrocinador aprobado. Y añaden que es difícil vigilar a los patrocinadores que a menudo también viven en el país de manera ilegal, se mudan con frecuencia y tal vez no desean que los localicen.

«Pensamos que muchos de ellos no quisieron hablar con un funcionario federal que los llamaba por teléfono», dijo Wagner a los periodistas. «Pero no es motivo para creer que les ha pasado algo a los niños. Si usted llama a un amigo y él no contesta el teléfono, usted no piensa por eso que los hijos de su amigo han sido secuestrados. Entonces esa caracterización de que los niños están perdidos es incorrecta. Solo quiero enfatizar que ya no están bajo nuestra custodia en el momento en que se realiza esa llamada telefónica voluntaria”.

La realidad es que la administración de Trump -y la de Obama anteriormente- ha perdido la pista y continúa perdiendo el rastro de miles de menores que llegan sin acompañante, mientras que la ORR no parece estar tratando de conocer el paradero de los niños una vez que se entregan a patrocinadores.

Entre los 7,635 niños y patrocinadores que la administración intentó localizar, Wagner dijo que 6,075 se quedaron con sus patrocinadores. Veintiocho niños se habían escapado, cinco fueron deportados y 52 fueron reubicados para vivir con alguien que no era un patrocinador. La ORR no pudo determinar con certeza el paradero de 1,475 menores.

El especialista le dijo a McClatchy que el objetivo no era solo hablar con el patrocinador, sino específicamente con los niños. «Les preguntaría: ¿estás durmiendo?, ¿has estado comiendo bien?, ¿has tenido pesadillas?, ¿tienes tu propia cama y tu propia habitación? «, dijo.

Pero no harían más llamadas si el patrocinador o el niño no respondían, y cada vez más llamadas no eran respondidas, especialmente en las comunidades donde recientemente se había aplicado la ley de inmigración.

El senador Rob Portman, un republicano de Ohio que se desempeña como presidente del Subcomité Permanente de Investigaciones, señaló en un reciente informe que la cifra de 1,475 es en realidad alta, y agregó que algunos patrocinadores contestaron llamadas telefónicas y dijeron que no podían ubicar a los niños.

«En realidad es más del 19 por ciento basado en esos datos porque a veces usted hacía una llamada, tenía a alguien en la línea y luego le decía que no sabía dónde estaba el niño», le dijo Portman a Wagner durante una reciente audiencia en el Congreso.

Una ley del 2008 firmada por el presidente George W. Bush ubicaba a todos los niños que llegaban a las fronteras y los puertos de entrada de EEUU sin un padre o tutor bajo el cuidado y la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Bajo el presidente Barack Obama, este tema acaparó la atención nacional cuando, en el 2015, se descubrió que el HHS no requería ninguna prueba significativa de que las personas que se presentaban como amigos de la familia realmente fueran quienes decían ser.

En un renombrado caso, el HHS permitió que seis niños migrantes de Guatemala fueran entregados a traficantes que los obligaron a trabajar en condiciones agotadoras en una granja avícola de Ohio.

Aquellos con quienes McClatchy ha hablado, incluidos los encargados de los casos, dicen que incluso los números reportados son bajos teniendo en cuenta que las llamadas se hicieron después de 30 días. Muchos más se van después de seis meses.

«Lo que significa que la cantidad de niños perdidos está extremadamente subrepresentada», dijo Leon Fresco, asistente del fiscal general durante el gobierno de Obama. «1,500 es solo la mitad. Se trata de un año y ni siquiera estamos hablando de todo el tiempo de la administración de Trump”.

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, un grupo de defensa de los inmigrantes, dijo que no es sorprendente la gran cantidad de niños que no aparecen.

Sharry dijo que a muchos de los niños los colocan con familiares que están ilegalmente en Estados Unidos y que temen hablar con las autoridades federales debido a «un clima de miedo, incluso si solo intentan inspeccionar a los niños.

«Lo que sucedió es que ICE tiene una nueva política de buscar a los patrocinadores», dijo. «La noticia mayor no es que están perdiendo personas, es que ICE está aterrorizando a la gente».

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