Se espera que el proyectado presidente electo, Joe Biden, revierta muchas de las políticas de inmigración históricas del presidente Donald Trump después de que asuma el cargo el próximo año.
Aunque desenredar algunas pautas de inmigración probablemente llevará tiempo, Biden se ha comprometido a revertir los límites a los trabajadores temporales, aflojar las restricciones de visa a los estudiantes internacionales, detener la construcción del muro fronterizo y terminar con los centros privados de detención de inmigrantes.
Como informó recientemente la Voz de América, se espera que Biden priorice la restauración de DACA, un programa de la era de Obama que protege de la deportación a los inmigrantes que fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños; anule las restricciones de viaje en 13 países y establezca un congelamiento de 100 días para las deportaciones mientras que su administración emite nuevas orientaciones.
Trabajadores temporales y estudiantes internacionales
Cuando se trata de trabajadores temporales y estudiantes internacionales, donde las visas H-1B y F-1 permiten a los no inmigrantes vivir y trabajar temporalmente en EE.UU. bajo ciertas condiciones, los expertos dijeron que creían que el nuevo presidente anularía algunas de las restricciones implementadas en el último cuatrienio.
Pero Sarah Pierce, analista de políticas del Migration Policy Institute, una organización no partidista en Washington que investiga la política de inmigración, señaló que los asuntos de inmigración podrían no estar entre los primeros de la lista de tareas pendientes de Biden durante una pandemia que continúa causando daños económicos.
«Muchas cosas de inmigración legal podrían moverse más lentamente solo porque tiene mucho que hacer, pero yo esperaría que fueran amigables con los H-1B y que, al menos, retrocedieran las restricciones impuestas por la administración [de Trump]”, dijo Pierce.
Argumentando la necesidad de proteger a los trabajadores estadounidenses, la administración Trump firmó una orden ejecutiva para limitar la inmigración legal y la emisión de visas de trabajo temporales.
En noviembre la Casa Blanca emitió otra orden que restringe los trabajos H-1B al ajustar la definición de “ocupación especializada” que califica a un trabajador extranjero para ser contratado. Mientras tanto, el Departamento de Trabajo publicó una regla que aumenta los sueldos y salarios mínimos que los empleadores estadounidenses deben pagar a los trabajadores extranjeros en un 30%.
Para las visas F-1, el sitio web de la campaña de Biden no menciona específicamente a los estudiantes internacionales. Pero aquellos que estudian en Estados Unidos esperan menos restricciones durante la administración de Biden.
Bajo Trump, las visas de estudiantes eran limitadas en número y duración, lo que dejaba a algunos estudiantes internacionales sin saber si podían continuar sus estudios sin interrupciones.
Muro fronterizo
Cinco días después de asumir el cargo en 2017, Trump firmó una orden ejecutiva para construir un nuevo muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Hasta octubre, la administración había completado más de 400 millas de cercas nuevas y de reemplazo.
Se espera que Biden ponga fin a la designación de «Emergencia Nacional» que redirigió los fondos asignados por el Congreso para que el Departamento de Defensa construyera secciones del muro a lo largo de la frontera sur.
Si bien Biden se ha comprometido a detener la construcción del muro algunos trabajos pueden continuar para completar los contratos ya firmados. No se espera que se derriben las secciones de pared completadas.
Centros de detención y tribunales de inmigración
Las recomendaciones de política de Biden establecen que la detención de migrantes debe ser un último recurso, no la norma, para quienes esperan una sentencia.
“Terminaremos con los centros de detención con fines de lucro y nos aseguraremos de que cualquier instalación donde se detenga a migrantes se mantenga con los más altos estándares de atención y garantice la seguridad y dignidad de las familias. La detención de niños debe limitarse al menor tiempo posible, con su acceso a la educación y la atención adecuada asegurada”, dice el documento, y agrega que los jueces de inmigración deben operar “libres de influencias políticas inapropiadas”.
Pierce dijo que la administración Trump ha priorizado acelerar los procedimientos judiciales de inmigración y aumentar la cantidad de órdenes de deportación emitidas.
“Pero algunas de las decisiones emitidas por [el ex Fiscal General Jeff] Sessions en realidad dificultaron la vida de los jueces de inmigración”, agregó. «Les quitó algo de discreción y les dio menos capacidad para administrar sus expedientes».
